18 de diciembre de 2006

Hugo Chávez: o la Venezuela de alguien que conjuga a Narciso y a Lenin.

Hugo Chávez ha acusado desde que llegó al gobierno de Venezuela al capitalismo como un sistema generador de pobreza y esclavizar a todos los trabajadores. Pero lo que no dice es que él es el culpable de la fuga de capitales más grande e importante de la historia de su país y, si eso no fuese poco, ha provocado el aumento de la pobreza absoluta del 43 al 53 por ciento entre 1999 y 2004, y la pobreza extrema del 17 al 25 por ciento, cifras dicho sea de paso ofrecidas por el propio Gobierno. (Instituto Nacional de Estadística, República Bolivariana de Venezuela, Reporte estadístico nº 2, 2004, p.5)
El presidente de Venezuela también tiene cierta predilección por hacer largos discursos cuando puede sobre el imperialismo, las multinacionales, la globalización y etc. En la Cumbre de América Latina y la Unión Europea en mayo del 2004 celebrada en Guadalajara, México; mientras los presidentes, representantes y demás comitivas oficiales de los respectivos países se preocupaba por entablar reuniones con empresas, inversores, homólogos de otros estados para idear nuevas alianzas económicas; ¿saben a qué se dedico el revolucionario presidente venezolano? Pues “usó sus veinte minutos de tiempo en la cumbre para arremeter durante más de treinta y cinco minutos contra ustedes los ricos, señalando al ex-canciller alemán Schroeder, por ser los supuestamente responsables de la pobreza de América Latina.” Los funcionarios europeos pensaban que estaban viendo un fantasma de los años setenta y dejaron de prestar atención. Mientras las diplomacias de Estonia, Letonia, Lituania, Irlanda, Chile, Argentina, Mexico, Brasil, etc. se dedicaron a firmar acuerdos y convenios de inversión.
Sin embargo, estas actuaciones más llamativas de Hugo Chávez no son las más peligrosas. Son las llevadas a cabo en su propio país las que están levantando cierto tufillo ditactorial que algunos parece que niegan a ver. Repasemos algunas:
• en 2001 había hecho cambiar las leyes sobre la propiedad de las tierras, hidrocarburos y bancos.
• En 2002 había descabezado a la organización empresarial venezolana más importante, Fedecámara, y a al central obrera, la Confederación de Trabajadores de Venezuela, y a la compañía estatal independiente que controlaba la mayor parte del presupuesto nacional, el monopolio estatal PDVSA.
• En 2004 reformo la Corte Suprema de 20 a 32 miembros, llenándolo de partidarios y asegurándose el control total en una institución encargada de dictar la última palabra sobre la libertad de prensa y las reglas electorales. Este mismo año aprueba una ley que otorga poderes al gobierno para censurar de facto a la prensa.

Pero estas cosas no deben sorprendernos, Chávez ha dicho varias veces que quiere mantenerse en el poder hasta por lo menos el 2021, y que la democracia representativa es un sistema que “no sirve para ningún gobierno latinoamericano, porque la única cosa para la que ha servido es para dejar que una clase bastarda tome el poder y hunda al pueblo en la miseria.” (Amen)
Pero Hugo Chávez ha logrado también cosas nunca vistas, conseguir que sindicato y patronal se aliaran en una huelga para respaldar el paro nacional de los trabajadores de PVDSA, y la huelga general indefinida había logrado convocar una de las mayores manifestaciones de la historia del país. Pero por lo visto, al presidente no le debieron gustar los gritos a la puerta de su casa de Miraflores, y según confesaron algunos de sus generales del ejército, se negó a cumplir las órdenes dadas de represión.
Luego está la buena gestión de los petrodólares que durante todos estos años Chávez ha recibido de los altos precios del petróleo. El las elecciones sobre el referéndum de su presidencia, el presidente desembolsó entre 1.600 millones de dólares de los ingresos de la PVDSA en forma de beca de estudios temporales por más de 150 dólares mensuales a cientos de jóvenes y desempleados. Se trataba de becas para la educación, en su gran mayoría, pero que no llevaban obligación de estudiar. (sic)
Y así podría seguir y seguir, pero tampoco quiero acabar con esta entrada todas las virtudes que alrededor suya está conjugando ese presidente con tintes de dictador que intenta conjugar la devoción por la imagen tal cual Narciso clásico e ideas políticas muertas como las de Lenin.

4 de diciembre de 2006

A vueltas con la globalización de nuevo.

Muchos de los críticos de la globalización arguyen que dicho proceso ha aumentado la brecha entre los ricos y los pobres, básicamente dicen que los ricos se hacen cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. El problema es que los que acusan a la globalización de ello nunca ofrecen datos, porque se creen dotados de una altitud moral y de una sabiduría superior, demostrando que sus ideas preconcebidas por eso que llamamos el pensamiento único, no necesitan de demostración. Evidentemente la realidad es otra, no es que los movimientos anti-globalización no den datos porque no quieren o no los consideren necesarios, no, es que los datos no les dan la razón.
El economista Xavier Sala i Martín demuestra en su artículo “More or less equal”, que lo de defienden los contrarios a la globalización si se traslada a la cruda realidad de las cifras, es falso. Parte de la suposición de que es necesario resolver tres grandes áreas de dificultad para contestar a la pregunta de si la desigualdad está creciendo entre los países pobres y los países ricos. A saber:
1. cuánta gente de los países pobres o en vías de desarrollo consume
2. como se valora el consumo para que las comparaciones sean útiles
3. se está ensanchando la brecha entre los países ricos y pobres o, por el contrario, está aumentado la diferencia entre los pobres y los ricos indiferentemente del país donde vivan.

Si comenzamos por la tercera, Xavier Sala i Martín nos dice que debemos tener cuidado pues, una parte de la gente que explicaba la gran proporción de pobreza del mundo está disminuyendo debido al rápido crecimiento de los dos países más poblados del planeta: la India y China.
Santley Fischer, ex-subdirector del FMI, ofreció una serie de tablas muy orientativas sobre el problema que nos afecta. Veamos las gráficas:



La primera gráfica nos dice que si los países pobres crecen lo suficiente para alcanzar a los ricos, se situarían cada vez más hacia arriba y a lo largo de la tabla. Como se comprueba, la realidad dista de ser esa. Sin embargo, si miramos la segunda tabla, si trazamos los mismos círculos pero en proporción a su población, la India y la China claramente se sitúan hacia arriba. Y si tenemos en cuenta de que el número de pobres de esos dos países representa un gran porcentaje de los pobres del mundo, mantener la idea de que el número de pobres en el mundo está empeorando es muy difícil.
Xavier Sala i Martín dice que a pesar de los datos de Fischer, poco puede decirse de la pobreza, porque no dicen nada sobre cuántas personas en la India, China o Latinoamérica, por ejemplo, son pobres. O sí el crecimiento de cualquier país es bueno para su población.
La dificultad sobre la pobreza tiene, aunque parezca mentira, un cariz metodológico importante, pues no es lo mismo medir la pobreza en términos de nación o renta nacional que de capacidad para consumir de su población. Y dependiendo de los datos que se consulten, los resultados son diferentes.
Trabajos de Bhalla, Sala i Martín y por Francis Bourguignon y las demostraciones de Morrison muestran que a niveles de consumo individual, las cosas han mejorado tanto que puede hablarse de una nueva edad de oro del capitalismo global.
Sala i Martín proporciona que el número de gente que vivía en pobreza aguda (menos de un dólar/día) cayó del 17% de la población en 1970 a el 7% en 1998; la proporción que vivía con menos de dos dólares/día bajó del 41% al 19%. En números absolutos se está hablando de cerca de 200 millones de personas en el primer caso y de 350 millones de personas en el segundo caso.
Si tomamos los datos de renta nacional los datos son algo más pesimistas. Y estos datos son los que manejan por ejemplo, el Banco Mundial o la ONU. El trabajo de Chen y Ravallion nos dice que el porcentaje de gente que vive con menos de un dólar día era del 28% en 1987 y baja hasta un 24% en 1998.
Pero algo está claro, y es que las cifras arrojan en general que las cosas están mejorando.
Claro que quedan zonas del planeta donde la pobreza es tan alta que la pasividad de los gobiernos ricos es insultante. Sin embargo, cabe preguntarse si la culpa de que esos países sean pobres es del capitalismo y la globalización, culpables de que gran parte de los pobres del mundo hayan salido de su estado de miseria (China e India), o bien de que las zonas pobres aún no se han visto bañadas por las olas del capitalismo y la globalización.