12 de noviembre de 2009

Un ministro, Karl Marx y su valía actual. Actualización 2.0

El texto que sigue a estas palabras ha sido censurado en el blog del Sr. Sevilla. Por lo visto, algo de lo escrito por mi no habrá gustado al ex-ministro o al gestor de su blog. Nada por otro lado sorprendente de un defensor de Marx, al cual la libertad y la libertad de expresión, nunca le importaron.

Al principio no podía creer lo que estaba leyendo, pero después de varias lecturas y pellizcos en el brazo, para asegurar que no estaba en los brazos de Morfeo, no tuve ninguna duda, cualquiera puede llegar a ministro en este país.

Desfachatez, en grado doble y por tanto con ensañamiento y alevosía, la que perpetua en negro sobre blanco digital el autor de tremenda evacuación intelectual. Primero por verter en un texto ideas del cual el escritor del mismo reniega fervientemente en su fuero más interno. Segundo, porque asumiendo que acepta como relevantes las exposiciones de Marx, el Sr. Sevilla formó y forma parte de la clase dominante que permite que el individuo no sea feliz. Antes como mano ejecutora de la estructura que perpetua la supra-estructura, y ahora como parte de la élite empresarial burguesa. Mi abuela le acusaría de sinvergüenza y caradura.

Sobre la catadura moral no voy a verter nada más, pues bastante ha mostrado el señor Sevilla solo. Sin embargo, no puedo permanecer callado ante la supuesta validez intelectual que se pretende aquí "revisitar". El marxismo (por ende Marx), falla porque su dialéctica materialista es historicista. La conocida (y desconocida para el autor) crítica de Karl Popper al historicismo es que inviable desde el punto de vista epistemológico y además, inmoral.

Invaible a nivel del episteme porque (cito su prólogo en "La miseria del historicismo":

a) El curso de la historia humana está fuertemente influido por el crecimiento de los conocimientos humanos...

b) No podemos predecir, por métodos racionales o científicos el crecimiento futuro de nuestros conocimientos científicos...

c) No podemos por tanto predecir el curso futuro de la historia humana.

d) Esto significa que hemos de rechazar la posibilidad de una historia teórica; es decir, de una ciencia histórica y social de la misma naturaleza que la física teórica. No puede haber una teórica científica del desarrollo histórico que sirva de base a la predicción histórica.

e) La meta fundamental de los métodos históricistas está, por tanto, mal concebida; y el historicismo cae por su base."

En una maravillosa conclusión en un artículo publicado por el profesor Joaquín García-Huidobro Correa titulado "El liberalismo de Karl Popper", escribe: "Quienes recurren al historicismo dan muestras de no ser capaces de aceptar que el futuro es responsabilidad nuestra." Ahora entendemos que la crisis que se negaba a aceptar el presidente Zapatero, no fuera después de su confirmación, culpa nuestra.

La invalidez moral del historicismo nos lleva, otra vez en palabras del profesor García-Huidobro, a " sacrificar a los hombres de las generaciones presentes en aras de un futuro ideal. Su apelación al triunfo histórico no es más que una justificación de la ley de la fuerza."

Además, el Sr. Sevilla como economista o bien juega con nosotros al ocultarnos información valiosa, o bien desconoce por completo las críticas vertidas por la Escuela de Economía Austriaca a Marx. Yo opto más por lo segundo.

Böhm-Bawerk cuyas principales aportaciones fueron al interés y al capital y fue respecto de estas en las que desarrollo su más efectiva crítica al socialismo. El principal argumento es que la crítica que realizaba el socialismo es una crítica a la misma condición humana, ya que el problema central de la escasez con el que el socialismo tendría que enfrentarse, era igual que al que tenía que enfrentarse el capitalismo.

Y por supuesto, la crítica realizada por Mises y la imposibilidad del cálculo económico en el marxismo. Tema que además desarrolla de forma magnífica el profesor Huerta del Soto en su indispensable obra "Socialismo, cálculo económico y función empresarial."

Si de verdad tenemos que volver a Marx para entender la realidad y los problemas que nos rodean en la actualidad, jamás podré estar agradecido a Dios por la salida del Sr. Sevilla del Gobierno. Lamentablemente si fuese accionista de PricewaterhouseCoopers, estaría muy preocupado y asustado.

4 de noviembre de 2009

Hugo Chavez: golf, racionamiento y política bolivariana

No me gustan las personas que siempre andan con la muletilla del "te lo dije". Pero no puedo más que aplicar hoy esa frase hecha que tanto odio: "os lo dije". Desde este blog se avisó mil y una vez que la política bolivariana de Hugo Chávez conducía a una dictadura y al desastre económico.

¿Cuáles son las últimas ofensas del Presidente de Venezuela contra la libertad y el individuo? El golf y el establecimiento de políticas de racionamiento en el agua y la electricidad en Caracas (¿será casualidad que esté gobernada la alcaldía por un opositor a él como es Antonio Ledezma?). Me gustaría no ser mal pensado, pero con Chavez las buenas intenciones no valen.

Todo régimen dictatorial se caracteriza por lo que Hayek llamó "la fatal arrogancia". El Estado Dictador se cree con la virtud de conocer todo conocimiento, y dentro de esa omnisciencia estatal, se encuentra el saber perfectamente lo que el individuo (la sociedad, el pueblo, los proletarios son términos más usados por ellos), necesita para vivir y todo lo debe rechazar. Así, al mejor estilo de despotismo político, los Gobiernos deciden que debemos dejar de fumar, comer hamburguesas, controlar la velocidad, ponernos el cinto de seguridad, dejar de beber alcohol, etc.

Dentro de esa "fatal arrogancia" Chavez indica que los venezolanos de bien no tienen que jugar al golf, deporte burgués y capitalista. Recuerda eso a las miles de actividades que los soviets prohibieron en la Unión Soviética con la excusa de que eran actividades capitalistas y burguesas (desde comer pan fresco todos los días hasta la posibilidad de tener una casa propia y no compartida con extraños). El Estado Totalitario pasa así a convertirse en el encargado de decirnos que debemos hacer y que no, todo claro está, en pro de una conciencia siempre mayor a la cual debemos obediencia ciega: revolución, proletario, estado, socialismo, marxismo, etc.

Al mismo tiempo que no nos deja jugar al golf, Chavez muestra su incapacidad de gestor llevando a Caracas a una situación de racionamiento del agua potable y de la electricidad (ambas en manos de empresas públicas). Les escribo textualmente la presentación de la compañía pública "Electricidad de Caracas":

"La Nueva Electricidad de Caracas es una empresa del Estado venezolano dedicada a proveer el mejor servicio eléctrico y comprometida a responder las expectativas de sus clientes, trabajadores y accionistas, contribuyendo así a elevar la calidad de vida de la sociedad venezolana. Nuestra visión es ser una empresa reconocida en Venezuela e internacionalmente como líder innovador, proveedora de un servicio eléctrico de alta calidad, con personal y tecnologías excelentes, financieramente sólida y factor fundamental del sector eléctrico venezolano."

¡Sorprendente! Poco más puedo añadir.

Ese el futuro revolucionario del nuevo socialismo bolivariano que Chavez promete: una país sin democracia, sin derechos y libertades individuales, sin libertad de prensa ni de expresión, con una educación estatal manipuladora, con dificultades económicas, etc. ¡Y pensar que algunos siguen justificando su proyecto, ya no sólo para Venezuela sino para todo Latinoamérica!