Los desplantes y malas formas del presidente venezolano Hugo Chávez no tienen fin y revelan la falta de cualidades y preparación para detentar el cargo de Jefe de Estado de un país como Venezuela (en realidad de cualquier país). El señor Hugo Chávez carece de los mínimos modales para comportarse en un ambiente de relaciones internacionales al más alto nivel. Le pierde la bravuconería, el insulto fácil, la impaciencia, el egoísmo y la propia idolatría que siente por sí mismo.
Clara muestra del peligroso fantasma del nuevo populismo que recorre latinoamérica, este señor no tiene miedo en reconocer que su principal influencia no es otro que un dictador como Fidel Castro, afirmando que de él y su revolución encuentra las "ideas" necesarias para su proyecto, que no es otro que instaurar una nueva dictadura en Venezuela. El recorte de libertades políticas y sociales a la que se está sometiendo al pueblo venezolano son impresionantes y vilmente calladas por los medios afines al presidente Chávez. El malestar que está levantando su reforma constitucional llegó a uno de sus puntos más álgidos en los enfrentamientos contra los estudiantes y la oposición.
El suceso de este fin de semana entre el Jefe de Gobierno José Luís Rodríguez Zapatero y el Jefe de Estado de España, Su Majestad el Rey Juán Carlos I, tiene su valor en que por primera vez en una cumbre de caracter internacional se le paran los pies y se le llama al orden, algo que Hugo Chávez no está acostumbrado y porque es consciente, al fin y al cabo, que su reforma constitucional no está gustando a los demás países latinoamericanos que no forman parte de su círculo más cercano. Hasta ahora ningún país latino le había dicho hasta aquí, y lo que aún es más, Chávez sabe perfectamente del carisma y el apoyo que el Rey Juán Carlos tiene entre Iberoamerica, y que éste le mande callar es un síntima de que en el futuro va a tener que lidiar con sus vecinos, no conformes como está llevando las cosas en su país.
En su día expuse mis ideas sobre latinoamérica y sus relaciones con España en una carta, sigo pensando lo mismo y defendiendo que de una vez por todas, ese maravilloso continente demuestre lo que es capaz
Clara muestra del peligroso fantasma del nuevo populismo que recorre latinoamérica, este señor no tiene miedo en reconocer que su principal influencia no es otro que un dictador como Fidel Castro, afirmando que de él y su revolución encuentra las "ideas" necesarias para su proyecto, que no es otro que instaurar una nueva dictadura en Venezuela. El recorte de libertades políticas y sociales a la que se está sometiendo al pueblo venezolano son impresionantes y vilmente calladas por los medios afines al presidente Chávez. El malestar que está levantando su reforma constitucional llegó a uno de sus puntos más álgidos en los enfrentamientos contra los estudiantes y la oposición.
El suceso de este fin de semana entre el Jefe de Gobierno José Luís Rodríguez Zapatero y el Jefe de Estado de España, Su Majestad el Rey Juán Carlos I, tiene su valor en que por primera vez en una cumbre de caracter internacional se le paran los pies y se le llama al orden, algo que Hugo Chávez no está acostumbrado y porque es consciente, al fin y al cabo, que su reforma constitucional no está gustando a los demás países latinoamericanos que no forman parte de su círculo más cercano. Hasta ahora ningún país latino le había dicho hasta aquí, y lo que aún es más, Chávez sabe perfectamente del carisma y el apoyo que el Rey Juán Carlos tiene entre Iberoamerica, y que éste le mande callar es un síntima de que en el futuro va a tener que lidiar con sus vecinos, no conformes como está llevando las cosas en su país.
En su día expuse mis ideas sobre latinoamérica y sus relaciones con España en una carta, sigo pensando lo mismo y defendiendo que de una vez por todas, ese maravilloso continente demuestre lo que es capaz