Primero, los resultados:
Es un juego difícil en análisis electoral, para más inri, reconozco que no soy un experto en la materia.Por lo tanto, los puntos que siguen no son más que mis opiniones al respecto de los posibles motivos que han llevado a un cambio en la composición del Parlamento de Galicia.
Llama la atención primeramente la alta participación en relación a los resultados. Se dijo hasta la saciedad que elevadas cifras de participación favorecían los intereses del PSdG PSOE y perjudicaba en la misma medida al PPdG PP. En este caso comprobamos que la alta afluencia a las urnas se transforma en un castigo para el bipartito y es una de las razones por las cuales el PP consigue la mayoría.
Se comentaba también que es en las grandes urbes y villas donde socialistas y nacionalistas tienen sus feudos, mientras que es en el ámbito rural donde los populares poseen el suyo. Otro mito roto. El PP gana en las grandes ciudades y se mantiene en el rural.
¿Qué ha llevado a esos cambios? Personalmente creo que las expectativas con las que el bipartito logro vencer hace cuatro años al PP no fueron cumplidas y en muchos casos, incluso se han empeorado.
La gran promesa de los partidos salientes era la necesidad de dar más transparencia, luz y sobre todo, la promesa de una regeneración de la democracia. Se hablaba de una imparcialidad de la CRTVG (Radio y Televisión de Galicia), de aumentar la seguridad y transparencia en los procesos de selección pública, de acabar con el clientelismo político; en definitiva, de devolver la confianza de los gallegos en las instituciones político-públicas.
Lamentablemente esa mencionada regeneración no se realizó. Acusaciones como las realizadas por la CIG (Confederación Intersindical Galega) de usar vías poco ortodoxas mediante tribunales políticos y eludiendo el concurso oposición marcado por la ley para plazas públicas. Las concesiones eólicas nada claras y un modelo que hasta el comisario de energía europeo no ve nada claro.
Se suma a ello el comienzo de un uso del gallego como arma política. La instrumentalización del gallego por parte del BNG como herramienta de batalla en lo político, recuerda al mismo uso se realizan en el País Vasco y Cataluña. El mensaje de miedo entorno a la supervivencia del gallego se sabe falso. La creación de las Galegoescolas recuerda más a un proyecto de futuras ikastolas de donde salgan nacionalsitas independentistas convencidos, a una defensa del aprendizaje del gallego que garantice su futuro. La imposición nunca defiende un bilinguísmo, eso sería una paradoja. (nota del autor: los que visiten la facultad de sociología de la Universidad de A Coruña, se encontrarán, al usar los ascensores de la entrada principal, en la salida a la tercera planta; un precioso mural que nos dice: "Fala galego" o lo que es lo mismo "Habla gallego". ¿Dónde está aquí el bilinguísmo?)
Tampoco fue capaz de elaborar ninguna medida de prevención ante la crisis económica que se nos venía encima. Los socialistas para apoyar el discurso falsario y mentiroso de su partido central. Los nacionalistas, más preocupados en crear una autarquía gallega, estaban encantados con el devenir de la siutación, orgullosos de que sus tesis marxistas y comunistas se cumpliesen al fin. Pero ambos sin capacidad para entender la complejidad de la actual situación.
Ahora el PPdG PP tiene por delante nada más ni nada menos que las mismas tareas que tenía el bipartido. Veremos si dentro de cuatro años ha cumplido sus promesas. Lamentablemente, Galicia no está para seguir perdiento tiempo entre cambio y cambio, promesas y promesas.
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