28 de julio de 2010

Los toros y Cataluña

El Parlamento de Cataluña acaba de prohibir las corridas de toros en toda la comunidad con un resultado de 68 por el SI, 55 por el NO y 9 ABSTENCIONES. Algunos dirán que con ésta resolución los vencedores son los toros, que ven como dejarán de ser "sacrificados"  en un espectáculo sangriento de mal gusto. Sin embargo, yo no creo que los más beneficiados sean los toros de lidia, sino los nacionalistas.

En Cataluña los partidos de tendencia nacionalista llevan mucho tiempo, como en el resto de España donde existen estas agrupaciones políticas, intentando borrar todo lo que huela a España como nación. Se busca al fin y al cabo, crear una realidad nueva que no concuerda con el sentir general de la población, llegando incluso a crear conflictos de nuevo cuño entorno a temas donde previamente no existían, generando un malestar social innecesario y desviando la presión de la opinión pública sobre los asuntos realmente importantes.

Sucede así con la rotulación obligatoria en catalán para todo comercio, con multas astronómicas para los que se niegan a hacerlo; la ley de doblaje obligatorio al catalán; la negativa de permitir a los taxistas colocara banderas de España en sus taxis cuando la selección ganó el mundial; y sucede ahora con la lidia de toros.

Porque el verdadero problema no es que Cataluña y su Parlamento hayan descubierto el maltrato en la Fiesta Nacional, no estimados lectores. Lo que han descubierto los grupos nacionalistas es que bajo los argumentos de la dignidad del toro, puede obtenerse una victoria política contra el enemigo que es España y todo lo que representa. Así, no se logra acabar con un acto salvaje en pos del espectáculo, sino prohibir un símbolo nacional tan representativo de España como el toro y sus corridas. Al fin y al cabo, no ha sido el primer político que ha propuesto también prohibir vender muñecas vestidas de flamenco en los kioscos de Cataluña.

A mi no me gustan los toros, jamás podré soportar un espectáculo tan sangriento como el toreo. Por ello, no entraré jamás en una plaza de toros para ver un espectáculo de ese tipo. Sin embargo, que a mi no me guste no significa que aquellas personas que si disfrutan del toreo y el arte que representa su práctica, puedan seguir haciéndolo en libertad.

Si uno es defensor de la dignidad animal, por coherencia ideológica debería serlo en todo caso. Es decir, si uno está en contra de los toros, debería estarlo también de los encierros de San Fermín, la tira de hormigas en Laza, la "festa do boi en Allariz" ( fiesta del buey) o las peleas de gallos en Canarias, que miré usted por donde, prohibió anteriormente las corridas de toros. Pero para ir un poco más allá me pregunto: ¿estarán dispuestos los nacionalistas catalanes, tan defensores de la dignidad del toro, a prohibir también los "bous embolats"  que tanto arraigo tienen en Cataluña?

Además, tengo la extraña sensación que la gran mayoría de los que defienden la supresión de la Fiesta usando argumentos pro vida y de respeto al animal, luego jamás serán vistos en manifestaciones y actos contra un auténtico asesinato como es el aborto. Estos ultra defensores de la vida luego se olvidan que se acaba de aprobar una ley en España que permite acabar con una vida humana que es incapaz de defenderse y que aún por encima, debe ser el Estado quien lo financie y permita.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece de un absoluto mal gusto que utilices la Festa do Boi de Allariz en este artículo. El respeto que se le tiene en esa fiesta al buey es tan grande que está prohibido bajo ningún concepto tocar al animal. Sólo pueden hacerlo los encargados de sujetar al buey para evitar embestidas. Si a alguien se le ocurre tocar al buey (y no es exageración) llevará un varazo y será expulsado del recinto donde se llevan a cabo las carreras. No metas en el saco de los maltratadores a todos, no nos lo merecemos. La Festa do Boi es en honor y alabanza de ese noble animal.
Lo que me parece aún peor es que menciones esta fiesta SÓLO porque hayas tenido una discusión conmigo a través de Facebook, SÓLO por provocarme. Quizás creas que no me parece realmente tan mal como por mis comentarios pueda parecer, pero te aseguro que así es. Te pido (por adelantado vaya que no te exijo) una rectificación, antes de acusar de algo debes saber de lo que hablas. Nunca en tu vida has estado en la Festa do Boi de Allariz, lo único que sabes de ella es que hay un buey corriendo detrás de gente; el resto, lo del maltrato y compararlo con las asquerosas corridas de toros, es una gran falta a la verdad. No digo que mientas porque no conoces la verdad, tú te la has imaginado basándote en estúpidos clichés.
No hace falta que te diga quién soy, lo sabes de sobra.

Alberto Fernández dijo...

Estimado David: Si has leído bien el artículo, que además sé perfectamente que lo has hecho, también menciono una tradición de mi tierra por la que siento la misma devoción que tu por la fiesta de tu pueblo. Pero, ¿alguien le ha preguntado al buey de Allariz si desea lo que hacen con él?. Acaso, ¿no existe también el maltrato psicológico al animal?

Nadie puede asegurarme al cien por cien que el animal no sufre en esa fiesta. Y por lo tanto, nadie tiene derecho, bajo los argumentos de la dignidad animal, hacer lo que hacen con él.

Nunca uso un argumento para provocar, sino para poder sondear todos los puntos de vista de un debate. A veces, cuando vemos algo que nos toca emocionalmente, comprendemos mejor la posición de la persona que está enfrente a nosotros.

Ignacio Fuentes Albesa dijo...

La prohibición de la Fiesta Nacional en Cataluña nace, como bien se dice en este blog, de la ansia separatista por acabar con la relación España y Cataluña. Una relación maternal que por mucho que se intente no se podrá deshacer.

Es espectacular la cantidad indecente de hipocresía que se esta viendo en estos días. El separatismo catalán defiende bous embolats, correbous y de más...¡Pero! Sobretodo que no quede rastro de la Tauromaquia. Ese símbolo nacional que lleva consigo una carga más allá de lo puramente deportivo.

Me avergüenza que los políticos de mi querida región catalana se dediquen a legislar, a prohibir, a coaccionar...en lugar de ponerse de acuerdo en encontrar soluciones eficaces para acabar con los problemas económicos y financieros asentados en nuestro país.

Todo resulta desconcertante...