
El sistema de listas de la II ª República impide que el elector conozca a todos los candidatos, todo lo contrario de las listas uninominales donde el elector conoce al candidato y es más probable que se den caso de corrupción e influencias (caciquismo). En el caso de las listas uninominales puede parecer que implican más al elector, ya que conoce al candidato, dotando de una falsa confianza el resultado; sin embargo al largo plazo eso se descubre...