25 de noviembre de 2005

El sistema electoral en la IIª República y su culpabilidad como factor en la Guerra Civil (I)

Enumeraremos y analizaremos primero como eran los distintos partidos y organizaciones políticas que van a actuar en el marco del sistema político de la República, que nos permitirá entender mejor los problemas de gobernabilidad y radicalización que van a seguir posteriormente en la vida política de España.

Los partidos y las organizaciones que se mantuvieron como ilegales dentro de la Dictadura, al llegar la caída de esta, empiezan a florecer y a crecer en dimensión e influencia. Como bien indica Tamames: “afloraron, se desarrollaron, se fragmentaron y entraron en un proceso de descomposición y de reagrupamiento a lo largo de la Segunda Republica.”[1]

La estructuración de los distintos partidos y organizaciones se realizará en dos grandes grupos: izquierda y derecha, no porque representen fielmente la ideología de estos, sino por simples hechos didácticos, ya que resulta muy difícil situar algunos de los partidos y organizaciones que funcionan durante la República en un lugar u otro.

Es por ello que por partidos de izquierdas debemos entender aquellos que dentro de su ideología o programa político reúnen algunas de estas condiciones o características:
1.-Defensa de la República como única forma de gobierno aceptable y democrática, o como paso previo a la desaparición del estado (anarquismo).
2.- Deseo de grandes transformaciones sociales, sobre todo en el campo de la agricultura y la Hacienda Pública, incluso defensa del comunismo.
3.- No aceptación de las instituciones típicas de la Dictadura y la Monarquía tales como la Iglesia, la nobleza, la intervención del ejercito en la vida política.
4.- Ideas nacionalitas o regionalistas que podían ir desde la autonomía hasta la independencia.

Las características para los grupos o partidos de derechas pueden ser enumeradas como siguen:
1.- Un rechazo claro o velado a la República, o la aceptación de esta forma de gobierno como lo menos malo de todos los males posibles.
2.- Posturas conservadoras ante el orden social, político y económico vigente del pasado.
v En el caso de cambios drásticos eran claras tendencias antiparlamentarias, como el caso de los fascistas.
3.- Defensa de la unidad de España y rechazo a las pretensiones nacionalistas.

Sin embargo la fragmentación ideológica no solo se queda aquí, en la dicotomía entre izquierda y derecha, debemos sumar aquellos partidarios de un centralismo y los que son defensores nacionalistas; entre los laicos y los religiosos; solo así comprenderemos cuantos granos de arena forman la playa del sistema político de la II ª República.


BIBLIOGRAFÍA

[1] TAMAMES, R. (1986): La república. La era de Franco en ARTOLA, M. (1988): Historia de España, Alianza Editorial. Madrid. Volumen 7, pág. 22.

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