Magnífico artículo publicado por Ricardo Montoro, en El Economista, sábado 30 de Junio de 2007. Claro y conciso, creo que deja bastante patente las diferencias entre lo uno y lo otro.
Tanto en economía como en política se suelen confundir los términos de conservador y liberal, probablemente debido tanto a las costumbres y tradición como a la necesidad de contraponerse con el socialismo y el comunismo. Conservadores y liberales todos junto y a la derecha, socialistas y comunistas a la izquierda. Sin embargo, la relación que hay entre conservadores y liberales es mucho más conflictiva y contrapuesta de lo que parece y, desde luego, más que la que hay entre socialistas y comunistas. Quizá por ese motivo, el gran economista liberal Hayek, Premio Nóbel de Economía en 1974, se sintió obligado a explicar esa diferencia en su artículo titulado “Por qué no soy conservador”. Se trata de un artículo tan importante como desconocido, publicado en su libro fundamental The Constitution of Liberty; que sigue en el tiempo a su ya clásico Road to Serfdom. Curiosamente, lo que Hayek escribió entonces, en 1959, sigue perfectamente vigente hoy en día, de lo poco utilizado que ha sido hasta este momento.
Las distancias entre conservador y liberal son grandes, incluso enormes y hasta insalvables a veces, lo que convierte a la etiqueta liberal-conservador en una marca de escasa viabilidad. El conservador admira y respeta el pasado, y defiende las tradiciones a ultranza, mientras que el liberal respeta el pasado pero sólo como parte de la evolución de los acontecimientos. El conservador sólo está tranquilo si piensa que hay una mente superior y una autoridad que todo lo vigila y supervisa; el liberal no necesita de de ninguna autoridad controladora del cambio, sino que confía en las fuerzas autorreguladoras de la sociedad civil y del mercado. El conservador no entiende el mecanismo que las fuerzas del mercado, y teme al mercado porque es imprevisible; el liberal confía en las fuerzas del mercado y en su espontaneidad. El conservador desconfía de cualquier teoría abstracta o principio general, y se basta con la tradición; el liberal necesita de principios generales y morales para articular las fuerzas que coordinan la sociedad. El conservador posee poderosas convicciones morales, pero carece de los principios políticos que le permiten aceptar valoraciones morales diferentes a las suyas; el liberal acepta las convicciones morales, pero le resulta inadmisible obligar a alguien a que aprecie las cosas de una determinada manera; por lo mismo, tampoco admite que alguien pueda ser coaccionado por razones morales o religiosas. El conservador teme al cambio, teme lo nuevo por ser simplemente nuevo y porque acarrea incertidumbre; el liberal se siente atraído por el cambio y tiene una actitud abierta y confiada ante lo nuevo.
El conservador entiende que en toda sociedad hay personas patentemente superiores cuyas posiciones y categorías deben protegerse como sujetos excepcionales que son; el liberal acepta que existen personas singulares puesto que acepta la desigualdad, pero no tolera que alguien (superior) pueda decidir sobre quién debe ocupar los puestos privilegiados. El conservador desea mantener cierta jerarquía predeterminada; el liberal acepta pero no acepta que ninguna posición conquistada con anterioridad deba ser protegida contra la lógica del mercado mediante privilegios, autorizaciones monopolísticas o intervenciones coactivas del Estado. Para el conservador, la democracia es la causante de los males de nuestro tiempo; el liberal cree que el gobierno mayoritario es un medio, no un fin en sí mismo, y que la democracia es el menos malo de todos los sistemas políticos conocidos. El conservador rechaza cualquier medida socializante y dirigista en el ámbito económico, pero defiende el proteccionismo en ciertos sectores; el liberal rechaza cualquier medida dirigista y proteccionista, sea cual sea y en el ámbito que sea. El conservador se opone por principio a todo nuevo avance en el conocimiento porque teme sus posibles consecuencias; el liberal se interesa por los avances del conocimiento y recurre a la crítica racional para valorar las nuevas aportaciones prescindiendo de que las nuevas doctrinas choquen o no contra sus propias creencias.
El conservador defiende a ultranza las instituciones establecidas por el simple hecho de que están establecidas; el liberal cree que las instituciones pueden y deben ser removidas racionalmente en la natural evolución de los acontecimientos. El conservador siente una hostilidad natural por lo internacional, y defiende un nacionalismo patriotero; el liberal prescinde de cualquier tipo de fronteras, y recela de nacionalismo y regionalismos. Y, por fin, el conservador confunde lo espiritual y lo temporal, y defiende la religión como institución incluso de forma coactiva hacia los demás; mientras que el liberal separa lo espiritual de lo temporal, y respeta cualquier creencia religiosa.
Como se ve, poco o nada tiene que ver el conservador con el liberal; incluso cabría pensar que el conservador tiene más relación con el socialdemócrata que con el liberal. Con esto ya claro, es cuestión sólo de que cada uno sepa dónde está y cómo concibe el mundo que le rodea.
Ricardo Montoro es Catedrático de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid.
7 comentarios:
¿Vos la votarías?
Sumate explicando por qué no, en tu blog. Podemos hacer lo que la prensa no hace.
http://novotoacristina.blogspot.com/
SALUDOS DESDE EL MOVIMIENTO ARGENLIBRE
MUY BUEN BLOG
LOS AGREGAMOS EN NUESTRO SITIO
SALUDOS REPUBLICANOS
ARGENLIBRE.BLOGSPOT.COM
Hola:
Interesante tu blog y las cosas que en él describes. Por si quieres conocer algo más de Granada te mando un enlace al mío.
Saludos: Cas_orla
Desde Granada para ti:
http://laricp-desdegranada.blogspot.com/
Tus últimos días en Granada:
http://laricp-casorla.blogspot.com/
Amigaso, tanto tiempo, muy aclarador su reseña y explicación. Notable también el autor que citaste.
La verdad no conocía tan en detalle las distinciones pero de ninguna manera los mezclaba. Acá en Chile lo liberal está más aosciado a la izquierda, no en un sentido económico sino en uno moral.
Un abrazo
Interesante.
Desde España e Inglaterra: http://elbaluartedeoccidente.blogspot.com/
Luis
Es casi lo mismo ... Si.miramos desde la derecha...
Es casi lo mismo ... Si.miramos desde la derecha...
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