Es un placer como siempre disfrutar de Redes con Eduard Punset y sus invitados. En el programa del fin de semana pasado (nº 58), tocaban el fascinante mundo de la biología sintética, una rama de la biología genómica que se centra en el estudio de las interacciones y relaciones que llevan a cabo las proteínas que forman parte de la célula.
Su invitado, Luis Serrano, es uno de los mayores expertos en el tema a nivel mundial y tenemos la suerte de contar con su equipo y sus investigaciones en España. En el Centro de Regulación Genómica de Barcelona lleva a cabo su labor para desentrañar los mecanismos que expliquen las mencionadas relaciones que se dan entre las proteínas. Así, se podrán crear o modificar organismos vivos como bacterias, para que sean capaces de provocar dentro de una célula, las reacciones necesarias por ejemplo para curar enfermedades como en cáncer, el alzheimer.
Al final de la estupenda y entretenida charla, Punset pregunta a Luis Serrano por las dudas ético filosóficas que pueden derivarse de la creación de vida sintética en un laboratorio. El eminente investigador responde que, debates religiosos a un lado sobre la idea de jugar a ser Dios, el verdadero problema ético, filosófico y social de este tipo de investigaciones está en la enorme brecha que pueden crear entre aquellos países que puedan pagar estos avances y, por otro lado, los países que no tengan esa capacidad.
Es evidente, y Luis Serrano lo menciona de forma clara, que una de las formas de desigualdad más patentes en el futuro más cercano, no será ya de tipo únicamente económico o productivo, sino de conocimiento. La ciencia y sus avances van a establecer una línea divisoria entre sociedades ricas y pobres, donde riqueza y pobreza no serán medidas en una visión económica excluyente, sino en la posesión de conocimiento y capacidad de aplicación. Como sociólogo, las relaciones y consecuencias sociales de la ciencia y el conocimiento, son uno de los temas que más me apasiona y atrae.
Incluso se permite el Sr. Serrano a jugar el rol de escritor de ciencia ficción, al expresar que las posibilidades de modificación que puede permitir la biología sintética, abren la posibilidad de un auténtico cambio genético en el ser humano, es decir, de provocar un cambio evolutivo. Ello supondrá, de darse el suceso, la existencia de humanos más evolucionados genéticamente hablando frente a otros que no puedan permitírselo.
Fascinante, ¿verdad?, ¿qué opinan ustedes, estimados lectores? Tengo ganas de conocer sus impresiones sobre el tema.
1 comentarios:
Cuando el pasado lunes vi el programa, vinieron a mi mente imágenes futuristas que, por un lado, eran sumamente desalentadoras pero, por otro, terriblemente deseables. Todos esos posibles avances de los que nos hablan son alucinantes. ¿A quién no le gustaría poder contar con una tecnología que nos permitiera alargar nuestras vidas mucho más allá de lo imaginable? Muchos dirán que quieren vivir lo justo, que más de X años no puede ser bueno... pero si estuvieran a punto de morir y esa tecnología estuviera a su alcance, estoy seguro que cambiarían de opinión más rápido que la velocidad de la luz.
Particularmente, desde que era un niño y vi las películas de Los Inmortales siempre me ha fascinado la idea de vivir siglos enteros. Ahora, que veo que la ciencia está avanzando tantísimo, empiezo a preguntarme muchas cosas. Quizás una de las que más me preocupan es quién va a determinar a qué personas se les aplicarán esos tratamientos; la naturaleza humana es muy variada, pero sus organizaciones sociales son casi todas (por no decir todas) piramidales, y no dejo de pensar que los primeros en disfrutar de esas supuestas ventajas van a ser los que menos lo merecen (por ejemplo, los dictadores que gobiernan las vidas de mucha gente)
Ya para terminar, me gustaría hacerte una pequeña puntualización. A la hora de hablar de evolución, no debemos decir expresiones tales como "más (o menos) evolucionados (o avanzados)", sino que hemos de hablar, simplemente, de diferencias evolutivas. Piensa, por ejemplo, que los humanos no estamos "más evolucionados" que los gatos, sino que hemos evolucionado de formas diferentes.
Esperando que te guste, David.
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