30 de enero de 2006

Educación y Cambio social

¿Hasta que punto educación y trabajo están relacionados? ¿Depende el futuro laboral de los jóvenes estudiantes del tipo de educación que reciben?¿Hasta que punto educación y trabajo están relacionados? ¿Depende el futuro laboral de los jóvenes estudiantes del tipo de educación que reciben? Personalmente considero que si, que es fundamental saber relacionar las demandas del mercado laboral y la educación. Sin embargo no ello no debe implicar una invasión o colonización del mundo laboral en el mundo educativo, donde el primero imponga y el segundo obedezca. Ambos sistemas deben seguir siendo independientes, pues la educación es algo más que preparación para el mercado laboral, es también formación personal, es desarrollo humano y no sólo la adquisición de conocimientos enfocados al trabajo. Pero es innegable que debemos saber conectar ambos sistemas y saber hacerlo; conocer como podemos conciliar una educación digna y facilitar la ocupación laboral de los estudiantes es un reto que no debe quedar relegado de la agenda política y social.

“La educación es un proceso social de mucha mayor complejidad que los anteriores, en cuanto participa de los rasgos de ambos. Se produce de manera informal pero consciente, en la familia y en la sociedad; a su vez, y ya más formalizada, se imparte en las instituciones pedagógicas. Se distingue de socialización e instrucción en que persigue la realización de un tipo ideal de individuo. Comporta una dimensión normativa y por tanto precisa de una escala de valores. No cabe educar sin poseer previamente una visión del modelo de ser humano que se pretenda alcanzar.”[1]

Existe una verdadera dificultad para examinar a fondo y comprender los cambios pasados y los cambios futuros que nos esperan en el entorno de la educación. Educación y sociedad son elementos que se retroalimentan, y muchas veces el sistema educativo muestra a pequeña escala lo que está ocurriendo a gran escala, en la sociedad.

El protagonista del entorno educativo, sin querer volver a repetir ya todo lo dicho anteriormente, es la sociedad. Esta postura se defiende, sobre todo en sociología gracias a la visión del sistema educativo como uno de los focos más importantes de socialización, concepto este que parece haberse convertido en la verdad revelada, reverenciada e incluso algunas veces alabada, como ocurre con el egoísmo en la economía. Como factor de socialización, la sociología demuestra así que si una sociedad desea, en términos demasiado funcionalistas y evolucionistas, sobrevivir ordenadamente, debe hacer ocupar a la educación en un lugar privilegiado de sus necesidades. Por lo tanto, si la sociedad cambia, la educación debe hacerlo también.

La sociedad puede descomponerse en una serie de personajes en los cuales parece haber recaído todo el peso de la educación y su cambio. Podemos enumerarlos como sigue: los padres; la sociedad de la información y más concretamente Internet; los profesores y maestros pertenecientes al sistema educativos y; por supuesto, los alumnos.

En primer lugar me habría que comentar una cierta paradoja: los padres realizan ahora un doble papel; por un lado son los vigilantes de el comportamiento de sus hijos en entornos como amistades, horas de salida y llegada nocturna, etc; sin embargo parecen haber dejado dormido la responsabilidad educativa sobre sus hijos, tarea que recae exclusivamente en los profesionales del sistema educativo.

En segundo lugar tenemos la irrupción y uso creciente de Internet, que sigue un proceso imparable. Estamos ante una fuente de información nueva que trae el cambio según el cual la información ya no está simplemente en los libros.

En tercer lugar, los profesores han tomado papeles nuevos en contraprestación de los padres. Estos ya no son sólo fuentes de comunicación de saber, deben ser también educadores e profesionales en psicopedagogía. Papeles que no les corresponden y los cuales les desbordan. A todo ello debemos unir las continuas reformas educativas que fomentan el descontrol, la desorganización, la sensación de inestabilidad, desmotivación, etc.

Los alumnos constituyen el núcleo central de todo el sistema educativo, o así por lo menos debía de ser. Se acusa continuamente a los alumnos de su falta de motivación, de su incapacidad para el esfuerzo, el trabajo continuo, su pereza por el aprendizaje, etc, etc. Sin embargo, quizás el problema no esté únicamente en el alumnado: “En el anhelo de romper con las injusticias y tratar de dar igualdad de oportunidades a todos, lo que se ha conseguido ha sido una igualación pero por abajo, lo que repercute en los resultados académicos. Tenemos un claro ejemplo de esto en el último informe PISA, que sitúa a España en el vagón de cola en cuanto a la calidad del sistema educativo en comparación con otros países OCDE.”[2]

Ha todo lo anterior debemos añadir un nuevo reto, el multiculturalismo y la interculturalidad presentes cada vez más en la sociedad y por tanto en la escuela. Desafío no pequeño en el cual los métodos que se usen para su solución puedan determinar como se intenta dar, y perdón por la redundancia, solución a los mismos problemas en el entorno global social.

Resumiendo: “Se hace necesario un pacto político sobre educación y no que ésta sirva como elemento arrojadizo entre los partidos. Es preciso unir los contradictorios criterios de integración (bajar criterios) y calidad (subir criterios) y superar de una vez por todas la dinámica reforma- contrarreforma.”[3]

En el cambiante mundo del trabajo, se han observado varios cambios en la organización laboral, por ejemplo:

  • trabajo en equipo,
  • descentralización de las tareas de apoyo, como el control de la calidad y el mantenimiento,
  • diversificación del trabajo, rotación entre puestos y rotación entre departamentos,
  • gestión de los conocimientos,
  • teletrabajo,
  • redes virtuales,
  • nuevas formas de distribución del tiempo de trabajo.

Los mercados laborales han cambiado a lo largo de los últimos treinta años. El futuro laboral está en los mercados laborales flexibles. La flexibilidad de los mercados laborales ha permitido la rápida expansión del empleo y la incorporación de un gran número de trabajadores que entran por primera vez o reingresan a ellos. El resultado ha sido nuevos puestos de trabajo y la incorporación de las mujeres a los mercados laborales, pero no necesariamente salarios reales medios más elevados.

Se produce una necesidad de lo que se conoce como Nuevos Yacimientos de Empleo (NYE), centrados en una serie determinada de demandas y servicios: “Respondiendo a estas nuevas necesidades, se plantean cuatro áreas en las que se inscriben los diferentes ámbitos de creación de empleo de los NYE:

1. Los servicios de la vida diaria o servicios de proximidad, como los servicios a domicilio, el cuidado de los niños, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y la ayuda a los jóvenes en dificultad y su inserción.

2. Los servicios de mejora del marco de vida, referidos a la mejora de la vivienda, la seguridad, los transportes colectivos locales, la revalorización de los espacios públicos urbanos y los comercios de proximidad.

3. Los servicios culturales y de ocio, que engloban al sector turístico, el audiovisual, la valorización del patrimonio cultural y el desarrollo cultural local.

4. Los servicios del medio ambiente, referidos a la gestión de los residuos, la gestión del agua, la protección y mantenimiento de las zonas naturales y la normativa-control de la contaminación e instalaciones correspondientes.”[4]

La pregunta se hace evidente: ¿está nuestra educación preparada para esos nuevos yacimientos de empleo? ¿qué pasa con los conocimientos que no pueden aplicarse a los NYE; deben dejar de impartirse? ¿Tiende la sociedad a una cultura de los tecnológico-práctico, olvidándose de que también el arte y las humanidades suponen riqueza social, económica y cultural? Ese es el reto que se nos plantea.



[1] Quiero agradecer aquí la ayuda para la realización de este comentario, del trabajo realizado por Eleder Piñerio Aguiar (2004): La Educación. A Coruña. Trabajo presentado para la asignatura Estructura y Cambio Social de la Facultad de Sociología de A Coruña.

[2] Ibid.

[3] Ibid.

[4] Revista Valenciana D´Estudis Autonomics: La cuestión de los Nuevos Yacimientos de Empleo en la Unión Europea. Número 27 – Segundo Trimestre de 1999, Valencia.<

28 de enero de 2006

Empresas vivas (y II)

Los inicios de esta teoría organizacional se encuentran en los Estudios Hawthorne , dirigidos en los años veinte por Elton Mayo, en la Hawthorne Plant de Chicago de la Western Electric Company.


LAS ORGANIZACIONES COMO ORGANISMOS: LOS SISTEMAS ABIERTOS

Los inicios de esta teoría organizacional se encuentran en los Estudios Hawthorne[1], dirigidos en los años veinte por Elton Mayo, en la Hawthorne Plant de Chicago de la Western Electric Company. La visión de la empresa desde esta metáfora es la de un ser vivo que tiene una serie de necesidades, las cuales tiene que ver satisfechas en su relación con el entorno donde se desarrolla, como un sistema abierto[2].

Esta concepción de la empresa ha generado nuevos conceptos acerca de las organizaciones. A nivel práctico, los puntos clave son:

  1. hacer hincapié en el entorno en el cual la organización existe, como indica Morgan: “Gran parte del interés en la estrategia corporativa es un producto de la realidad de que las organizaciones deben ser sensibles a lo que ocurre más allá de su mundo”. (MORGAN, G. 1990, 35)
  2. la definición de la organización como un subsistema interrelacionado, “las organizaciones contienen individuos (que son sistemas por su propia cuenta) que pertenecen a grupos (departamentos), que a su vez pertenecen a otras divisiones más grandes y así sucesivamente” (MORGAN, G. 1990,35)
  3. intentar establecer sistemas e identificar y eliminar disfunciones potenciales, donde toman vital importancia el principio de variedad obligada[3] y el de diferenciación y de integración[4].

Si bien es cierto que las ideas que surgieron de la metáfora organicista fueron la teoría de la dependencia y una visión ecológica de las organizaciones, pero debemos tener en cuenta que, estas visiones no interpretan a la empresa desde el punto de vista ecológico que podemos entender hoy en día; sino desde una perspectiva darvinista, es decir, de la supervivencia de la más fuerte o la mejor adaptada.


UNA NUEVA INTERPRETACIÓN: LA EMPRESA VIVA

Acabamos de comprobar que las empresas pueden ser entendidas como instrumentos de poder o como organismos que luchan por su supervivencia. Estas concepciones aunque diferentes, tienen en común la poca atención que prestan a las consecuencias de sus acciones en el contexto social donde se desenvuelven.

La primera por considerarlo como una ampliación de las luchas de poder que se producen en el interior de la empresa; la segunda por considerar que el contexto social es como una selva, donde sólo sobreviven las más fuertes o adaptadas.

Aunque no carentes de cierta razón, debemos criticar ese olvido, incluso premeditado, de las consecuencias que producen sus acciones en nuestra sociedad. Efectos tan negativos como la contaminación, la explotación de la mano de obra en los países del tercer mundo (una nueva forma de esclavitud, pero más refinada), la cada vez mayor independencia de las leyes y normas estatales, su incremento de poder para influir sobre gobiernos elegidos o no democráticamente.

En los últimos años parece que las organizaciones empresariales se han convertido en una especia de virus que se extiende poco a poco por todo el planeta; y si bien es cierto que los virus son unos de los organismos vivos más fuertes y resistentes, no debemos olvidar lo nocivos y perniciosos que resultan para la salud humana.

Se hace necesario un cambio de mentalidad directiva y empresarial para no provocar mayores daños a nuestro entorno, él cual a su vez, es el entorno donde deben vivir dichas empresas; volviendo al símil del virus, estos microorganismos lo único que buscan es sobrevivir, es cierto, pero cuando se acaban los organismos de los cuales depende su existencia, dejaran también de existir.

La concepción de la empresa como un ser vivo se hace necesario ya mismo, un ser vivo que debe como tal, ser responsable de sus actos y consecuencias; la empresa debe alcanzar ya de una vez la mayoría de edad, debe empezar a ser consciente y sobre todo consecuente con todo lo que le rodea.

Si acabamos con el entorno natural, las empresas acabarán muriendo; si acabamos con el entorno de trabajo y sus condiciones no son cuidados, la empresa acabará muriendo; si no somos capaces de controlar y legislar las actuaciones de aquellas empresas que no acepten las reglas del juego, el sistema se desmoronará y las empresas acabarán muriendo; y si las empresas dejan de existir, el cambio social que puede producir tal crisis puede ser tremendo; si bien es cierto que no podemos predecir como afectará estructuralmente (a largo plazo), las consecuencias coyunturales (a corto plazo) pueden ser muy negativas.

Este cambio puede venir por una nueva interpretación de las tesis organicistas, de la empresa como organismo, de entender que las relaciones con el entorno no deben ser entendidas como luchas de control sobre los recursos, de supervivencia del más fuerte; sino de saber interpretar las necesidades que también necesita el entorno que nos rodea, de un feed back consistente y consecuente con el medio, las empresas no pueden ser parásitos de la sociedad y de la naturaleza.



[1] “Al principio, los estudios estuvieron centrados principalmente en la investigación de la relación entre las condiciones de trabajo y la incidencia de la fatiga y el aburrimiento entre los trabajadores… Los estudios son ahora famosos por: a) identificar la importancia de las necesidades sociales en el mundo del trabajo y el modo en que los grupos laborales pueden satisfacer estas necesidades restringiendo la producción y del tratamiento de las actividades imprevistas; b) por la identificación documentada de una “organización informal” basada en la camaradería de los grupos podía existir a lo largo de la organización.” (MORGAN, G. 1990, 31)

[2] “Los sistemas orgánicos a nivel de célula, de órgano o de conjunto de órganos, viven en continua comunicación con su entorno. Esta comunicación es crucial para sostener la vida y formar el sistema. Los sistemas vivos son sistemas abiertos caracterizados por un ciclo continuo de entrada-transformación-salida-reacción (puesto que la experiencia de un elemento influye en los próximos). La idea de apertura recalca la relación clave entre el entorno y el funcionamiento interno del sistema. El entorno y el sistema deben comprenderse como un estado de interacción y dependencia mutua.” (MORGAN, G. 1990,36)

[3] “Los mecanismos internos reguladores de un sistema deben ser tan diversos como el entorno en el cual están intentando vivir. Cualquier sistema que se evite a sí mismo de su entorno está condenado a la atrofia y a perder su naturaleza compleja y distinta.” (MORGAN, G. 1990, 37)

[4] “La célula, como un sistema, es un sistema de interdependencia funcional que no puede reducirse a una estructura simple… Lo mismo es cierto para organismos más complejos cuyo reflejo incrementa la diferenciación y especialización de las funciones, con órganos especializados para realizar funciones específicas, y con lo cual se requiere unos sistemas más complejos de integración para mantener al sistema como un todo” (MORGAN, G. 1990, 37)

27 de enero de 2006

Empresas vivas (I)

No hace falta disponer de una alta capacidad de observación y análisis para comprobar los efectos tremendamente negativos de la actuación empresarial en la naturaleza.

INTRODUCIÓN

No hace falta disponer de una alta capacidad de observación y análisis para comprobar los efectos tremendamente negativos de la actuación empresarial en la naturaleza. Sirva la siguiente introducción de G. Morgan[1] para hacernos una pequeña idea:

“Diariamente las industrias sueltan millones de toneladas de residuos tóxicos en las aguas y en la atmósfera o las entierran en contenedores bajo tierra. El coste de deshacerse de los residuos es tal que muchas organizaciones sienten que no tienen otra opción sino seguir con estas prácticas dañinas mientras estén dentro de los términos legales.

Como resultado se estima que actualmente hay 2.000 toxinas pululando por los Grandes Lagos (EE.UU.) y hay miles de depósitos de residuos tóxicos contaminando los ríos…

El trabajo en muchas organizaciones puede también llegar a ser peligroso. Cada año cientos de miles de trabajadores en todo el mundo mueren por accidentes de trabajo o enfermedades laborales…

A lo largo y ancho del Tercer Mundo las grandes multinacionales se montan sin ninguna consideración sobre los intereses locales. Como en la primera revolución industrial en Europa, a la población se le despoja (legalmente o ilegalmente) de su tierra y de su forma de vida tradicional transformándose en “pobres urbanos” con sueldos de miseria en fábricas y factorías donde se explota a la mano de obra.”

La visión de la empresa como un objeto de dominación y control, las organizaciones en manos de una elite que prima sus intereses personales egoístas; frente a ella debemos intentar establecer una visión de la organizaciones como organismos, seres vivos pertenecientes a un sistema mucho más complejo del cual dependen para sobrevivir, las empresas no pueden comportarse como parásitos del sistema.

En el siguiente trabajo se expone en primer lugar las características básicas de la organización como metáfora de dominación. Continuaremos con los rasgos típicos de la empresa como un organismo, para finalizar con un análisis para defender el cambio de mentalidad de una organización como instrumento de dominación a lo que he considerado la siguiente evolución de las organizaciones, la empresa como un ser vivo, a una nueva interpretación de la metáfora organicista.


LAS ORGANIZACIONES, LA DOMINACIÓN Y LA METÁFORA POLÍTICA

La definición que Weber ofrece sobre poder es la capacidad de imponer la voluntad de una persona sobre el comportamiento de las otras, centrando su atención sobre todo en un tipo de relación especial de poder, la dominación.

Como bien dice Mouzelis: “la dominación designa la relación de poder en la que el gobernante, la persona que impone su voluntad a las otras, cree que tiene derecho al ejercicio del poder, y el gobernado considera que su deber es obedecer las órdenes de aquél.” (MOUZELIS, N. 1991, 21)

Weber realiza un estudio sobre la dominación, estableciendo para ello una relación entre las creencias sobre la legitimación y la organización administrativa, dando lugar a tres tipos ideales o puros de dominación (ver anexo 1):

  1. dominación carismática: Basada en el carisma del líder, su justificación proviene por las extraordinarias proezas y capacidades personales, sus súbditos aceptan el poder porque tienen fe en figura. La organización burocrática de este tipo es inestable e indeterminada.
  2. dominación tradicional: Basada en la historia y la tradición, en el hacer de las cosas como siempre se han hecho. La justificación es la creencia en el pasado y las costumbres. La organización puede tomar dos caminos:
    • patrimonial: los funcionarios son siervos del amo, dependen de él económicamente mediante la remuneración.
    • Feudal: no dependen del amo feudal, se produce en este caso un acto de fidelidad, sellada mediante un pacto o contrato.
  3. dominación racional-legal: la ley se erige como elemento justificador y legitimador, la obediencia de las leyes se debe a que el pueblo considera que han sido elaboradas por un procedimiento justo, aceptado tanto por los gobernantes como por los gobernados. La organización administrativa resultante es la burocracia, caracterizada por la creencia en la ley y el orden legal.

Aunque los tipos puros no suelen darse en la realidad igual que aquí se muestras, si podemos observar que se dan casos mezclados, es decir, no encontraremos una organización puramente dominada por la racionalidad-legalidad, pero si una posible mezcla entre ese tipo de dominación y un líder carismático.

Una cosa está bastante clara, las organizaciones suelen tender una tendencia hacia la dominación racional-legal, donde se produce un claro proceso de burocratización, lo que para Weber suponía una perdida de la libertad individual[2].

Aunque no sólo Weber se muestra reacio al proceso de burocratización, similares conclusiones alcanza el sociólogo francés Robert Michels y su famosa “ley de hierro de las oligarquías”[3].

La metáfora que mejor recoge la visión de las organizaciones como sistemas de poder es la política, parte de la tesis de que toda la vida social está regida y formada por ideas e interpretaciones de intereses, todo el funcionamiento de una organización se reduce a un enfrentamiento determinado[4].

“Las organizaciones, como los sistemas políticos, usan algún tipo de regla para crear y mantener orden entre sus miembros. Este sistema de imponer orden puede adoptar la forma de Autocracia, de Burocracia, de Tecnocracia, de Codeterminación, de Democracia representativa, o de Democracia directa” (RUÍZ OLABUÉNAGA, J. I. 1995, 112-113). Cuya única misión es ordenar las luchas por el poder que se producen en la organización, pero esa forma de estructura interna, tiene también un efecto hacia el exterior, el entender las relaciones sociales también como luchas de intereses y poder; los cuales intentan ser ordenados de la misma forma que en la estructura interior.



[1] MORGAN, G. Imágenes de la Organización, Editorial RA-MA, Madrid 1990, Pág. 261-262.

[2] “Weber estuvo interesado con la tendencia hacia las crecientes burocracia y racionalización. Para él, el proceso de la burocratización presentaba una gran amenaza de la libertad del espíritu humano y de los valores de la democracia, ya que los que tienen el control poseen el medio para subornidar los intereses y bienestar de la masa. (MORGAN, G. 1990, 264-265)

[3] Para Michels, aunque un líder sea elegido con todas las buenas intenciones del mundo, se produce una tendencia a desear ser parte de una elite especial de gente con poder, a mantenerlo a toda costa, se trata de un proceso sutil de socialización y de creencias.

[4] RUÍZ OLABUÉNAGA, J. I. Sociología de las organizaciones, Editorial Universidad Deusto, Bilbao 1995, Pág. 112.

25 de enero de 2006

Jugando con mapas

Los intervencionistas económicos aducen mil y una tresta para defender que la libertad económica es negativa para el desarrollo humano y económico.
Con estos mapas, donde las imagenes y los datos hablan por sí solos, sus tesis pierden toda credibilidad. ¿Ustedes que opinan? ¿Encuentran relaciones entre los dos mapas?



15 de enero de 2006

Cuerpo y alma: una dualidad en Platón

En respuesta al comentario de mi anterior post, donde samrocha opina que “Platon no daba al hombre o mujer una dualidad de cuerpo y alma, ni tampoco un dualidad de "mundos" es algo muchas veces considerado en vista de la tradición neo-platonista empezando con Agustín y luego hecho común en teología y filosofía eclesial...” No comparto con él su punto de vista. Repasemos algunas de las obras del filósofo griego.
El Fedro es una obra del período de madurez, al que pertenecen también otras como El Banquete, La República y El Fedón. Los temas tratados en El Fedro pueden resumirse en los siguientes puntos: de la naturaleza del amor; la posibilidad de la retórica filosófica y de la naturaleza tripartita del alma.
En el Fedro habla Platón del alma que contempla “la esencia de lo que realmente es: incolora, sin figura, intangible, sólo visible para la inteligencia”, y que ve con nitidez “la justicia absoluta, la templanza absoluta y la ciencia absoluta; no tal cual aparecen en el mundo del devenir, no bajo los diversos aspectos de las cosas a las que hoy damos el nombre de realidad, sino la Justicia, la Templanza y la Ciencia que existen en Aquello que el Ser por Esencia y en realidad de verdad”.
El alma es distinguida por él netamente del cuerpo; es la posesión más valiosa del hombre, y la principal ocupación de éste debe consistir en procurar que su alma tienda hacia la Verdad. Así, al final del Fedro, Sócrates pronuncia esta plegaria: “¡Oh Pan querido y demás dioses que estáis presentes en estos lugares! Otorgadme la belleza en lo más íntimo de mí, y que mis dependencias exteriores se armonicen con las interiores. Que llegue yo a considerar al sabio como al único rico, y que mi fortuna en oro sea tal que sólo el temperado puede llevarla y conducirla”
¿Por qué afirmaba Platón que el alma es de naturaleza tripartita? Principalmente por la evidencia de los conflictos que ocurren en el interior del alma. En el Fedro aparece la comparación del elemento racional con una auriga y de las otras dos partes con un tiro de dos corceles. Uno de los corceles es de buen natural; el otro es el caballo malo, y mientras que el buen caballo es guiado fácilmente porque acata las órdenes del cochero, el caballo malo es indócil y tiene a obedecer las voces de la pasión sensual, por lo que hay que refrenarle y castigarle con el látigo.
¿Cómo demuestra Platón la inmortalidad del alma? En el Fedro se arguye que una cosa que mueve a otra y es, a su vez, movida por otra, puede dejar de vivir, lo mismo que puede dejar de ser movida. El alma, empero, es un principio automotor, fuente y principio de movimiento, y lo que es un principio tiene que ser increado, pues, de lo contrario, no sería un principio. Más, si es increado, es indestructible, puesto que si el alma, el principio del movimiento, se destruyese, el universo todo y la creación “sufrirán un colapso y se detendrían”.
A mayores, si tenemos en cuenta la teoría de la reminiscencia donde conocer es recordar, Plantón nos dice: “Si es verdadero lo que tú acostumbras a decirnos a menudo, de que el aprender (mathesis) no es otra cosa que recordar (anamnesia), es necesario que hayamos aprendido, en un tiempo anterior, aquello de lo que ahora nos acordamos. Y eso no sería posible si nuestra alma no hubiera existido en otro lugar antes de llegar a ser en esta forma humana. De modo que también por ahí parece que el alma es algo inmortal” (PLATÓN, Felón, 72e).
El alma, en este contexto, no es ya ese motor de la vida con distintas posibilidades de entender y percibir el mundo, sino un recipiente de la memoria; pero de una memoria que nos viene de una vida anterior a aquella de la que ahora somos conscientes. Un texto del Menón intenta demostrarnos tan singular tesis. Efectivamente, en este diálogo tiene lugar una especie de entrevista que Sócrates hace a un criado de Menón para probar que, sin saber geometría, y por medio de hábiles preguntas, se puede llegar a descubrir y entender complicados teoremas: “Y estas opiniones acaban de despertarse ahora en él como en un sueño. Y si se le siguiera preguntando, de distintas maneras, ten la seguridad de que acabaría por tener sobre estos temas un conocimiento tan exacto como cualquier otra persona” (PLATÓN, Menón, 85c)

14 de enero de 2006

La sociedad en Marx y Planton

Existen notables diferencias en las concepciones de la sociedad que plantean Platón y Marx. Aunque sí hay un elemento común en ambos pensadores: el carácter utópico de sus propuestas. Tanto la sociedad ideal platónica como la sociedad comunista no se han realizado y se proponen con una meta final de la historia.
Platón mantiene un concepto de sociedad idealista y aristocrático. La sociedad debe regirse por una armonía presidida por la idea de bien y solo puede ser gobernada por quienes conocen el mundo de las ideas. Una rígida estructura de clases se encuentra, asimismo, en la base de la sociedad platónica, que no puede ser modificada y que se encuentra arraigada en su concepto del alma humana.
La concepción platónica del hombre ha tenido una gran influencia en la filosofía posterior, en especial en los primeros siglos del cristianismo. El hombre se compone de alma y cuerpo, que son dos realidades diferentes. El alma es la parte más noble del hombre, y se encuentra encerrada y arrojada en un cuerpo, del que lucha por liberarse.
Platón está notablemente influído, en su doctrina sobre el alma, por los órficos y los pitagóricos, asumiendo la existencia de dos mundos separados: el mundo sensible y el mundo inteligible. El alma pertenece al mundo inteligible; el cuerpo, en cambio, pertenece al mundo sensible, que es el mundo de la materia, de la multiplicidad y del cambio. Toda la doctrina platónica sobre el alma se encuentra marcada por esta distinción.
El alma es la realidad intermedia entre el mundo sensible y el mundo inteligible. Siempre es superior al cuerpo y sobrevive a su muerte. El cuerpo deberá ser purificado para poder acceder a cuanto el alma promete, ya que solo por una caída originaria –que relata Platón en el dialogo Fedro- el alma ha sido alojada en el cuerpo. El alma, para Platón, es siempre inmortal y sobrevive a la muerte del cuerpo.
Platón distingue tres tipos de almas –a veces identificadas como tres funciones de un mismo alma en la República-: a) el alma racional, situada en la cabeza, que es la más noble e inmortal; b) el alma irascible, situada en el tórax y sede de las pasiones más nobles del hombre, que es mortal; c) el alma apetitiva o concupiscente, situada en el abdomen: es el alma inferior, sede de las pasiones innobles, y también es mortal. Platón realizará un paralelismo entre estas tres almas y la estructura del Estado: las tres principales clases sociales de que se compone el estado platónico corresponden a cada una de estas tres almas: los gobernantes (alma racional), los guerreros (alma irascible) y los trabajadores (alma apetitiva).
Marx propone un concepto de sociedad nuevo. En primer lugar, niega todo carácter idealista a la sociedad, que ve radicada en los procesos materiales de producción (y, en especial, en las leyes de la estructura económica). Y, en segundo lugar, no admite la separación entre clases sociales que ha caracterizado toda formación social a lo largo de la historia y que ha dividido la sociedad entre quienes poseen los medios de producción y entre quienes poseen su trabajo.
Para comprender adecuadamente el sentido de la nueva sociedad que Marx defiende, puede ser conveniente atender al original concepto de “humanismo” propuesto por Marx, y que se una a sus propuestas de un nuevo ser humano y una sociedad nueva. El humanismo de Marx, que él mismo se encarga de calificar en tres niveles diferentes como “humanismo teórico, práctico y positivo”, supone partir de un análisis específico de la estructura económica de una sociedad, que es la base de todo fenómeno cultural, religioso, jurídico o ideológico. Esta base material se encuentra formada por la conexión existente entre las fuerzas de producción presenta una evolución en la historia que da su origen a los diferentes modos de producción.
En ninguno de los modos de producción fundamentales –esclavismo, feudalismo y capitalismo- que Marx analiza se da la posibilidad de un verdadero humanismo positivo. Pues en ninguno de ellos se establece la posibilidad de que un nuevo concepto de trabajo –no alienado- y de que un nuevo sentido de la propiedad –no privada- permita la presencia de un sujeto verdaderamente humano, que se posea a sí mismo. Por el contrario, la presencia de la lucha de clases introduce el conflicto en la historia de los modos de producción. Un conflicto que sólo podrá resolverse cuando origine una verdadera revolución en la que ya no existirán desigualdades, alineación ni diferencias de clases sociales. Entonces aparecerá la nueva sociedad, que será la base de un nuevo sujeto humano. Y que verá aparecer el verdadero humanismo positivo.
La relación existente entre Platón y Marx puede ilustrarse mediante la consideración que de ellos realiza uno de los más relevantes filósofos de la actualidad: Karl Popper. En una de sus primeras obras, escritas en tiempo de la barbarie nazi, titulada La sociedad abierta y sus enemigos, Popper sitúa en un mismo nivel las concepciones políticas y sociales de Platón, Hegel y Marx. Los tres filósofos, piensa el autor, mantienen utopías sociales que han llevado al totalitarismo y exigen la anulación de las libertades individuales –la muerte de la sociedad abierta- para llevar adelante sus ideas. Aun cuando la crítica de Popper tiene cierto fundamento, debe analizarse con exquisito cuidado y, sobre todo, debe entenderse en contexto histórico que fue escrita. Seguiré hablando de ello en posteriores post.

11 de enero de 2006

Fundamentalismos (y VI)

ANEXO: GRUPOS TERRORITAS EN EL MUNDO SEGÚN EL DEPARTAMENTO DE ESTADO DE EE UU

ANEXO: GRUPOS TERRORITAS EN EL MUNDO SEGÚN EL DEPARTAMENTO DE ESTADO DE EE UU[1].

AFGANISTÁN

· Al Qaeda

ARGELIA

· Grupo Islámico Armado (GIA)

· Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC)

COLOMBIA

· Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)

· Ejército de Liberalización Nacional (ELN)

· Paramilitares –AUC – Autodefensas Unidas de Colombia

EGIPTO

· Gamáa Islamiya (Grupo Islámico, IG)

· Al Jihad

ESPAÑA

· ETA

FILIPINAS

· Grupo Abu Sayyaf (ASG)

· Nuevo Ejercito del Pueblo (NPA)

GRECIA

· Organización Revolucionaria 17 de Noviembre

· Revolucionay Nuclei (RN)

INDONESIA

· Yemáa Islamiya

IRAK

· Ansar al Islam (AI)

IRÁN

· Organización Muyahidin Jalq (MEK or MKO)

IRLANDA

· IRA Auténtico (RIRA)

ISRAEL

· Kahane Chai (Kack)

JAPÓN

· Aum Suprema Verdad (Aum)

LIBANO

· Hezbolá (Partido de Dios)

· Asbat al Ansar

PAKISTÁN

· Harakat ul Muyahidin (HUM)

· Yaish e Mohamed (Ejercito de Mahoma)

· Lashkar e Tayiba (Ejercito del Justo)

· Lashkar i Yangvi

PALESTINA

· Brigadas de los Mártires de Al Aqsa

· La Yihad Palestina Islámica (PIJ)

· Frente de Liberalización Palestina (PLF)

· Frente Popular para la Liberalización de Palestina (PFLP)

· Cdo. Gral. del Frente Popular para la Liberalización de Palestina (PLFP-GC)

· Organización Abu Nidal (ANO)

· Hamás (Movimiento de Resistencia Islámica)

PERÚ

· Sendero Luminoso

TURQUÍA

· Partido Revolucionario de Liberalización Popular/Frente (DHPK/C)

· Kongra-Gel (Antiguo Partido de los Trabajadores del Kurdistán)

UZBEKISTÁN

· Movimiento Islámico de Uzbekistán (IMU)


BIBLIOGRAFÍA

ALÍ, T. (2002): El choque de los fundamentalismos: Cruzadas, yihads y modernidad. Alianza Editorial. Madrid.

Barber, B. (1995): Jihad vs. McWorld: How globalism and tribalism are reshaping the World. Randomhouse, New York.

Bruce, S. (2003): Fundamentalismo. Alianza Editorial. Madrid.

CAHEN, C. (1992): El Islam: I. Desde los orígenes hasta el comienzo del Imperio Otomano, en Historia Universal Siglo XXI Tomo 14. Alianza Editorial. Madrid.

E. VON GRUNEBAUM, G. (1992): El Islam: II. Desde la caída de Constantinopla hasta nuestros días, en Historia Universal Siglo XXI Tomo 15. Alianza Editorial. Madrid.

ELORZA, A. (2002): Umma: El integrismo en el Islam. Alianza Editorial. Madrid.

ÉTIENNE, B. (1996): El islamismo radical. Siglo XXI de España Editores. Madrid.

GARAUDY, R. (1991): Los integrismos: Ensayo sobre los fundamentalismos en el mundo. Gedisa Editorial. Barcelona.

GELLNER, E. (1994): Postmodernismo, razón y religión. Paidós Studio. Barcelona.

Huntington, S. (1997): El choque de las civilizaciones, Paidos, Barcelona.

KEPEL, G. (2001): La Yihad: Expansión y declive del islamismo. Editorial Península Atalaya. Barcelona.

Kienzler, K. (2000): El fundamentalismo religioso. Alianza Editorial, Madrid.

MISES, L. VON (1995): Sobre liberalismo y capitalismo. Unión Editorial. Madrid.



[1] Departamento de Estado de Estados Unidos cit. en EL PAÍS, jueves 10 de marzo de 2005

Fundamentalismos (V)

Kienzler propone una serie de características generales del fundamentalismo religioso: se trata de un movimiento que nace en América (S. XIX y XX); se consiguió establecer una serie de fundamentos inmutables basados en la religión; fue C. L. Laws quien en 1920 estableció su nombre; el enfrentamiento sin cuartel se hace contra la modernización, la secularización de lo social y la ciencia (sobre todo la darvinista);...

4.- Principales características del fundamentalismo religioso: fundamentalismo islámico

Kienzler propone una serie de características generales del fundamentalismo religioso: se trata de un movimiento que nace en América (S. XIX y XX); se consiguió establecer una serie de fundamentos inmutables basados en la religión; fue C. L. Laws quien en 1920 estableció su nombre; el enfrentamiento sin cuartel se hace contra la modernización, la secularización de lo social y la ciencia (sobre todo la darvinista); la Biblia es el referente universal; se organizan, realizan congresos, fomentan la conciencia de comunidad entre sus miembros, es normal la aparición frecuente de divisiones, cismas y fragmentaciones en distintos grupos. (Kienzler, K. 2000, 19-20)

Por su parte Steve Bruce establece los siguientes rasgos característicos: “los fundamentalismos se basan en el principio de que hay alguna fuente de ideas, normalmente un texto, que es infalible y perfecta [...] Al tiempo que proclaman la existencia de un texto carente de errores, los fundamentalistas se remiten a una perfecta encarnación social de la auténtica religión en el pasado. [...] los fundamentalismos son reactivos. Su conservadurismo no tiende a la conservación, sino a una reformulación creativa del pasado para propósitos actuales.” (BRUCE, S. 2003: 26-27)

Quizás pueda sorprendernos leer que el fundamentalismo tiene origen Occidental, si bien quizás hay que tener reservas en denominar fundamentalismo cristiano a la religión de la Edad Media y las Cruzadas, sin duda si podemos afirmar que es fundamentalismo lo que rige las ideas de los cuákeros americanos y los primeros colonos del continente americano, no tenemos más que recordar para todos los presidentes americanos es importante que “Dios nos guarde” y en el dólar su leyenda es “In God we Trust”. Tampoco podemos quizás olvidarnos de trozo de la historia de nuestro país y recordar que nuestro Franco era “caudillo por la gloria de Dios”. La diferencia estriba en que la religión en estos casos no suplanta otras instituciones como el estado, la familia, etc.

Expongamos ahora las características del fundamentalismo islámico: “Hay dos rasgos del Islam especialmente importantes para comprender el fundamentalismo. El primero es la falta de una división clara entre los poderes espirituales y político. [...] Lo segundo es la centralidad de la ley. Las revelaciones del Profeta, codificadas en el Corán y en los hadices, colecciones de historias sagradas relacionadas con Mahoma, conjugan tanto la fe como la moral; son a un tiempo doctrina y ley. En sentido estricto, el Islam no tiene clero, sino que está dirigido por juristas que se especializan en la ley o sharía” (BRUCE, S. 2003: pág. 62)

Antonio Elorza al respecto opina: “alcanzar el poder para el dios y para la comunidad de sus creyentes. Por encima de otros credos, en el Islam no se da una proyección política a partir de la religión: la religión misma es política y nada lo expresa mejor que la trayectoria vital del Profeta”

Resumiendo, hay una verdad sagrada que influye en todas las instituciones de la vida, o del mundo de la vida según los frankfurtianos; verdad recogida en un texto sagrado (Corán), que recoge las enseñanzas y vivencias del Profeta de Alá. Esta verdad recogida y escrita es ley, y todos los seres deben ser creyentes, los no creyentes están fuera de la verdad y por tanto deben ser combatidos para que no corrompan la unidad de la comunidad; pues es palabra y mensaje de Alá enseñar la Verdad a todo el mundo y glorificar la grandeza de Alá, el único dios.

Garaudy comenta que “uno de los teóricos más influyentes del islamismo integrista es el paquistaní Mawdudi, muerto en 1979, quien definió la política “islámica” según cuatro principios: poder fuerte para los doctores de la ley, sumisión del pueblo a este poder, sistema de pensamiento moral impuesto por ese poder, retribución y recompensa a quienes aplican sus reglas.” (GARAUDY, R. 1991, 85). E incluso afirma que existe un denominador común para los diferentes tipos de fundamentalismos e integrismos islámicos que existen en el mundo: “¿Cuál es el denominador común de las variantes actuales del integrismo? Todas ellas se inspiran en tres “modelos”: los Hermanos Musulmanes en su segunda versión, es decir el paradigma integrista de Arabia Saudí; la “comunidad islámica” de Mawdudi; y la “revolución islámica” de Irán. Todas exigen el respeto por la tradición: la sunna.” (GARAUDY, R. 1991, 89). Y que significa sunna: “sunna: ortodoxia” (ÉTIENEE, B. 1996: 310). Seguir en definitiva, el camino recto marcado por Alá.

Fundamentalismos (IV)

Este acontecimiento no es la primera ni la última vez que los Estados Unidos intervinieron en la zona, desde el apoyo armamentístico a Irán primero, para después armar y ser aliado de Sadam Husein en la guerra Irán-Irak (1980), donde “ Siete años más tarde,

Este acontecimiento no es la primera ni la última vez que los Estados Unidos intervinieron en la zona, desde el apoyo armamentístico a Irán primero, para después armar y ser aliado de Sadam Husein en la guerra Irán-Irak (1980), donde “ Siete años más tarde, la marina de los Estados Unidos y las de otros países occidentales intervinieron en la guerra para apoyar a Irak” (BRUCE, S. 2003, 77)

Pero no sólo los Estados Unidos, tomemos el caso del Líbano y Francia, como bien comenta Bruce: “Francia [...] creó un Estado mediante la adicción de diversas áreas colindantes habitadas por musulmanes suníes y shiíes” (BRUCE, S. 2003, 77)

Sin olvidar por supuesto el gran aliado de los Estados Unidos en Oriente Medio, Israel, torreón desde su creación el gobierno americano dispone de un lugar privilegiado para estudiar, analizar, provocar y socavar cualquier tipo de movimiento de los países de la zona.

La pregunta que puede surgir en este momento es: ¿qué puede haber en una zona como Oriente Próximo y Medio, para que atraiga tanto la atención de todos los gobiernos americanos indiferentemente de si se trata de republicanos o demócratas? Evidentemente además de la belleza natural del desierto, la riqueza cultural y artística, este lugar del globo es unos de los epicentros mundiales en recursos naturales energéticos, es decir, petróleo y gas natural. Si a todo ello unimos el canal de Suez, que permite comunicar el Mediterráneo con el Golfo Pérsico y el Océano Indico en menos tiempo que rodeando el continente africano, podemos llegar a entender un poco los intereses americanos y occidentales en general.

Las mayores reservas de petróleo están repartidas entre Arabia Saudí e Irak, los gasoductos atraviesan todo Oriente Medio e Israel es dueña de las mayores reservas de agua en la zona, esto del agua puede parecernos poco serio, pero si tenemos en cuenta que nos encontramos en zonas desérticas, el agua supone un recurso casi tan precioso como el petróleo, pues sin el líquido elemento no es posible la agricultura en la zona, ni el abastecimiento de las ciudades de agua potable.

Este es el panorama histórico y el contexto político económico que ha favorecido el nacimiento de un movimiento como el fundamentalismo. Siguiendo la tesis de Bruce: religión como fundamento de un nacionalismo étnico, que ve a Occidente como el gran enemigo, como el causante de sus males, y la manifestación más significativa de Occidente, aparte de su poder militar, es la influencia cada vez mayor de su cultura laica, transgresora y poco respetuosa con la tradición de lo único que sienten como verdadero los musulmanes, la grandeza y la superioridad de las Revelaciones de Ala en boca de Mahoma.

Una visión distinta ofrece Huntington, donde habla de un “resurgimiento” del sentir religioso, lo que Gilles Kepel denominó La revancha de Dios; un renacer no sólo en el sentir religioso del Islam, sino de todas las religiones del mundo desde el cristianismo al hinduismo. ¿Cómo se puede explicar este resurgimiento religioso? Veamos la respuesta que ofrece Huntington:

“La causa más obvia, destacada y profunda del resurgimiento religioso mundial es precisamente lo que supuestamente había de provocar la muerte de la religión: los procesos de modernización social, económica y cultural que se difundieron por todo el mundo. [...] Fuentes de identidad y sistemas de autoridad existentes desde mucho tiempo atrás se rompen. [...] Necesitan nuevas fuentes de identidad, nuevas formas de agrupación estable y nuevos conjuntos de preceptos morales...” (HUNTINGTON, S. 1997, 115)

El cambio se está produciendo demasiado rápido para unas sociedades no acostumbradas a la rapidez de la evolución social, “Lo que en Occidente sucedió a lo largo de 200 años o más está sucediendo aquí en 50 años o menos”.[1]

Otro factor importante para Huntington: “la retirada de Occidente y el final de la Guerra Fría [...] el FMI y el Banco Mundial, [...] la gente ve el comunismo únicamente como el último dios laico que ha caído, y a falta de nuevas deidades laicas convincentes, se vuelve con alivio y pasión a lo auténtico. La religión se ha tomado el relevo a la ideología, y el nacionalismo religioso reemplaza al nacionalismo laico” (HUNTINGTON, S. 1997, 118)

Resulta claro que Occidente no puede olvidarse de su parte de culpa, la mayoría de los autores antes citados dan muestras claras para ello. Sin embargo, me gustaría resaltar algunos puntos que cita Tariq Alí también como culpables y con los que no estoy de acuerdo. El discurso anticapitalista al que recurre para explicar los males que padece el mundo en general es bastante errado, pues parece que debemos recordar que capitalismo y democracia van cogidos de la mano, el capitalismo es imposible de llevar a cabo completamente en sociedades donde no exista un sistema democrático. También me parece demasiado aventurado expresar: “El éxito del capitalismo en China...” (ALÍ, T. 2002, 355), este país aún está muy lejos de ser un auténtico estado capitalista, pues para poder hablar de capitalismo necesitamos manejar conceptos como capital privado, propiedad privada, derechos y libertades personales (es decir democracia) y esto en China es una realidad bastante lejana. China está utilizando una variante moderna de las ideas políticas económicas de la NEP de Lenin: permitir la entrada de algún capital privado extranjero, supresión de algunos aranceles, etc.

Personalmente también se equivoca cuando afirma que tanto EE.UU. como la U.E. tienen la misma visión del mundo y de sus problemas, la realidad nos muestra más bien todo lo contrario.

Llega incluso en su fanatismo anticapitalista Tariq Alí a afirmar: “Los liberales incluyen en la categoría de fascistas a quienes les parece oportuno y después analizan si realmente encajan en ella. Por el contrario, la perspectiva socialdemócrata y, en general, la marxista, derivan de la experiencia. Estas corrientes de pensamiento explicaron que el ascenso del fascismo en Italia, Alemania, España y Francia fue el resultado de la dinámica general de la sociedad capitalista. A su juicio, el fascismo era el último recurso de una clase dirigente que se enfrentaba a la crisis económica y a la amenaza de un movimiento sindicalista revolucionario; dos factores a todas luces presentes en varias regiones de Europa de entreguerras.” (ALÍ, T. 2002, 373-374) Si realmente el marxismo derivara de la experiencia, esta no les parece muy favorable con las dictaduras comunistas en Europa, Asia y Cuba. Pensar que capitalismo y liberalismo permitieron el ascenso de los fascismos en Europa es haber leído un libro de historia contemporánea del revés.

En la crítica que hace de la escuela austriaca de economía me parece realmente exagerado tachar de fundamentalistas a pensadores como Menger, Mises o Schumpeter; el propioVon Mises dice: “El liberal se rebela contra tales afirmaciones. Reclama la libertad para todos los seres humanos por motivaciones de otra índole. Al postular aquella, no invoca ni a Dios ni a la Naturaleza; primero de todo, porque humildemente reconoce ignorar cuáles pudieran ser los designios de Dios o de la Naturaleza [...] y, en segundo lugar, porque lo único que afirma y prueba es que el trabajo libre es más productivo que el servil...” (MISES, L. VON 1995, 38-39). O para que quede más claro: “al liberal le repugna el conflicto armado; [...], pues parte del supuesto de que no es la guerra, sino la paz, el origen de todas las cosas. La cooperación social –arguye – hace avanzar a la humanidad, distinguiendo el hombre de las bestias.” (MISES, L. VON 1995, 40). Poco más puedo añadir yo humildemente.

Roger Garaudy piensa que el fundamentalismo, sobre todo el islámico es fruto de una serie de factores: el colonialismo, que explicaría el fundamentalismo argelino; la decadencia de occidente, que es el origen del fundamentalismo iraní; el fundamentalismo israelí, causa explicativa de los fundamentalismos del Cercano Oriente y finalmente; el fundamentalismo saudí y los Hermanos Musulmanes.

Régis Debray dice: la religión no es “el opio del pueblo, sino las vitaminas de los débiles”.[2]



[1] Farred Zakira: Culture is Destiny: A conversation whit Lee Kuan Yew, en Foering Affaire nº 73 (marzo/abril de 1994), pág. 118 cit. en Huntington, S. (1997): El choque de las civilizaciones, Paidos, Barcelona, pág. 115.

[2] Régis Debray: God and the Political Planet, New Perspectivas Quarterly 11 (primavera de 1994), pág. 14 cit. en Huntington, S. (1997): El choque de las civilizaciones, Paidos, Barcelona, pág. 119.

8 de enero de 2006

Fundamentalismos (III)

Otro hecho destacado es la crisis de 680-692, donde a la muerte del Califa, le sucede su hijo mayor Yazīd, bien visto por los hombres cultivados pero no así por los pietistas; “y de todas formas no dependía de él el que desapareciesen las pretensiones de los que sostenían tener derechos que hacer valer y encontraban que una sucesión era una buena ocasión para ello.

Otro hecho destacado es la crisis de 680-692, donde a la muerte del Califa, le sucede su hijo mayor Yazīd, bien visto por los hombres cultivados pero no así por los pietistas; “y de todas formas no dependía de él el que desapareciesen las pretensiones de los que sostenían tener derechos que hacer valer y encontraban que una sucesión era una buena ocasión para ello. Hasan (hijo mayor de `Alī, comprado por el califa) había muerto, pero en Medina estaba todavía su hermano menor, el segundo hijo de Fātima, Husayn (= el pequeño de Hasan)” (CAHEN, C. 1992: 30). La revuelta fracaso ya que el joven Husayn no tenía dotes de general y llevado más por sus ideales, halló la muerte sorprendido en Kerbela. Actualmente los chiies rememoran el sufrimiento del joven Husayn y toda la familia de ´Alī por la lucha contra los usurpadores, con ritos parecidos a los Misterios de la Edad Media cristiana.

Durante los siglos siguiente, la expansión del Islam se hace imparable, llegan a la Península Ibérica, con el ascenso de los sŷluquíes se consolidan los turcos, sufren el acoso del Imperio Mongol, nace el Imperio Otomano y cae Constantinopla y por tanto el Imperio Bizantino, Europa deja de controlar el Mediterráneo Oriental, con la caída del Imperio Otomano se produce una desfragmentación de los territorios del imperio, hasta que en 1914 cae el Imperio Turco, después de la cruenta Iª Guerra Mundial.

Es a partir de finales del siglo XIX y principios del XX donde los territorios antiguamente musulmanes empiezan a ser colonizados por las potencias Europeas como Gran Bretaña, Francia, Alemania; llevando consigo sus credos e ideas, los avances de la Revolución Francesa y la Industrial, pero sobre todo, la explotación que significó para la población nativa el sometimiento a las potencias de Occidente, que saquearon sus recursos naturales y económicos y utilizaron la mano de obra de forma totalmente esclavista.

Después de la descolonización y el reparto de las colonias como un tablero geográfico perfecto sin tener en cuenta etnias y religiones, ha provocado tensiones internas, luchas étnicas, guerras civiles y sobre todo, un sentimiento de rabia, impotencia y dolor entre la población que observa que cualquier influencia extranjera se convierte siempre en algo negativo.

El mundo bipolar de la Guerra Fría convirtió Oriente Próximo y la Península Arábiga en el tablero de ajedrez de los Estados Unidos y la URRS por la supremacía mundial.

“Los años setenta estuvieron marcados por la irrupción de los movimientos islamistas militantes en la mayor parte de los países del mundo musulmán, y culminaron con el triunfo de la revolución iraní, en febrero de 1979, destruyendo el Estado impío del sha y edificando sobre sus ruinas una república islámica que aplicó los preceptos establecidos por el ayatolá Jomeinei a principios de la década. Los acontecimientos que tuvieron lugar en Irán trastornaron las representaciones comunes del Islam en su conjunto: lo que se consideraba una religión más bien conservadora y retrógada, cuya pertenencia social y política estaba en declive al tiempo que progresaba la modernización, súbitamente se convirtió en el punto de mira de todas las atenciones, todas las esperanzas y todos los temores. El propio movimiento islamista, cuya existencia era desconocida para mucha gente, fue asociado a una revolución de un perfil impreciso pero cuya naturaleza parecía tan radical como anti-occidental.

Ahora bien, la politización del Islam durante esta década no se redujo a la revolución iraní, aunque ésta fue el caso más espectacular de ésta. Cinco años antes, en la época que siguió a la guerra de octubre de 1973, se consolidó el poder financiero saudí, lo que permitió que la corriente wahabita-islamista, puritana y socialmente conservadora, se extendiera por todas partes y conquistara una posición de fuerza en la expresión internacional del Islam. Su representación era menos visible que la del Irán jomeinista, pero era más profundo y podía tener una vida más duradera. Esta corriente aventajó al nacionalismo progresista que había triunfado en la década de los sesenta, reorganizando el ámbito religioso favoreciendo las asociaciones y a los ulemas que se inscribían en su obediencia y, al inyectar unos flujos financieros considerables en el ámbito islámico, se ganó a una gran parte de adeptos. Aunque se oponía claramente la virtuosa civilización islámica a la corrupción de Occidente, Arabia Saudí, de donde procedía la mayor parte de los fondos, siguió siendo aliado esencial de Estados Unidos y de Occidente frente al bloque soviético. En el mismo año 1979 se inició en Teherán la victoria de la revolución islámica al grito de ¡Abajo América! y se acabó con la invasión soviética de Afganistán, que tuvo como consecuencia la implicación masiva de la CIA en el bando de los luchadores de la yihad afgana. La ayuda americana y saudí a los muyahidín pasó en gran parte por el Pakistán del general Zia ul Haqq, ferviente admirador de Mawdudi, del que varios colaboradores suyos fueron ministros en Islamabad.” (KEPEL, G. 2001, 87-88)