El brillante economista Carlos Rodríguez Braun publica de vez en cuando en su columna de opinión una sección que titula "Tonterías económicas", de la cual ha sacado un libro recopilatorio. La intención de dicha columna es mostrar al lector interesado, como la retórica intervencionista es capaz de llegar a absurdos de todo tipo, con tal de justificar una y otra vez la intromisión del Estado en la esfera individual, o lo que es lo mismo, en la propia libertad de todo individuo. Aunque yo no llego a la altura del genial Sr. Rodríguez Braun voy a copiar su estilo, porque creo que la SGAE no anda corta de tonterías con tal de justificar su modelo de extorsión.¿No me creen? Se lo mostraré.
El diario Expansión recoge en una entrevista, ha día de hoy, lunes 24 de Mayo de 2010, las siguientes declaraciones del Sr. Bautista, presidente del Consejo de Dirección de la SGAE, "Si no se controla Internet, nadie va a invertir en nuevas ideas y talento". ¿Qué, cómo se les ha quedado el cuerpo? ¿Sorprendidos? Pues aunque el resto del texto no tiene desperdicio yo voy a centrarme exclusivamente en la declaración anterior; primero, porque supone lo que todos ya sospechábamos, que desconoce por completo lo que realmente significa Internet y; segundo, pensar que la capacidad creativa se destruye fácilmente.
Publiqué hace ya unos años, unas entradas monográficas sobre el tema: "El chantaje de las discográficas y cinematográficas: un enfoque sociológico I, II, III y IV . Allí exponía porque uno de los motivos por los cuales este tipo de negocios no son capaces de enfrentarse al fenómenos social de Internet, es porque desconocen realmente qué significa Internet, como le ocurre al Sr. Bautista.
Me cito:
Los productores - usuarios se estructuran a su vez, según Castells en :
Sobre la posibilidad de que un Internet libre acabe con las nuevas ideas y el talento, el segundo punto que quiero desarrollar, no es más que una consecuencia lógica del primero. El Sr. Bautista, con su visión reguladora de la red, únicamente puede ver creación en espacios restringidos y acotados, lugares específicos donde se dé ese proceso, es decir, discográficas, productoras de cine, departamentos de creación, etc. Cuya actividad creadora sólo pueden desempeñar una serie de personas elegidas para ello.
Sin embargo, si algo nos ha demostrado Internet, es que el talento se encuentra en cualquier parte y no sólo en ciertos lugares o personas. Y nunca una herramienta como la red ha permitido una eclosión tan fuerte de creación, talento e innovación en la historia de la humanidad. Incluso la gestión del talento, la creatividad y la innovación han penetrado en las organizaciones empresariales gracias a Internet. La filosofía que impregna la red ha impregnado al nuevo management derrocando las antiguas estructuras jerárquicas de corte vertical y piramidales por otras en forma de RED, para aprovechar las potencialidades de todos las partes que la forman.
Por lo tanto, por mucho que le duela al Sr. Bautista, a Internet no se le puede regular de cualquier forma, porque de lo contrario acabaríamos con un aspecto o efe fundamental de la red; ni tampoco el hacerlo va a potenciar la creatividad, porque precisamente lo que nos ha demostrado un Internet libre, es que no existe mejor forma para desarrollar nuevas ideas y potenciar la creación que la filosofía de la libertad que fundamenta Internet.
El diario Expansión recoge en una entrevista, ha día de hoy, lunes 24 de Mayo de 2010, las siguientes declaraciones del Sr. Bautista, presidente del Consejo de Dirección de la SGAE, "Si no se controla Internet, nadie va a invertir en nuevas ideas y talento". ¿Qué, cómo se les ha quedado el cuerpo? ¿Sorprendidos? Pues aunque el resto del texto no tiene desperdicio yo voy a centrarme exclusivamente en la declaración anterior; primero, porque supone lo que todos ya sospechábamos, que desconoce por completo lo que realmente significa Internet y; segundo, pensar que la capacidad creativa se destruye fácilmente.
Publiqué hace ya unos años, unas entradas monográficas sobre el tema: "El chantaje de las discográficas y cinematográficas: un enfoque sociológico I, II, III y IV . Allí exponía porque uno de los motivos por los cuales este tipo de negocios no son capaces de enfrentarse al fenómenos social de Internet, es porque desconocen realmente qué significa Internet, como le ocurre al Sr. Bautista.
Me cito:
De la propia historia de Internet, podemos sacar una conclusión bastante llamativa, el origen de la red de redes fue un impulso llevado a cabo por varias partes: la ciencia universitaria, la investigación militar y la cultura de la libertad; como muy bien indica Castells: “Internet nació en la insólita encrucijada entre la gran ciencia, la investigación militar y la cultura libertaria” (CASTELLS, M. 2003, 34)Desconocer los orígenes de la red de redes puede llevarnos a entender Internet como algo muy diferente a lo que realmente se encuentran en su ser más intrínseco. Y como menciono en la primera entrada de la serie monográfica:
[...] la cultura libertaria es una de las características más propias del desarrollo de Internet, pues pocos avances tecnológicos y científicos han estados basados en la cultura de la libertad como la red de redes; también porque esta cultura de la libertad tuvo su origen en los campus universitarios donde se empezaron a dar los primeros pasos de Internet, por tanto, esta cultura no sólo caracteriza a Internet, sino que también influye en uno de los factores principales que fomentaron su creación.Y del segundo post, vemos que Manuel Castells opina:
[...] “La rápida difusión de los protocolos de comunicación entre ordenadores no habría tenido lugar sin la distribución abierta y gratis de software y el uso compartido de recursos, que se convirtieron en los códigos de conducta de los primeros hackers. [...] la mayor parte de las redes requerían un eje troncal (backhbone) anclado en máquinas de mayor potencia y eso sólo fue posible gracias al contacto entre las redes de base científica y las comunidades de hackers en las universidades” (CASTELLS, M. 2003, 43). Las universidades se convierten en el epicentro de las relaciones entre los científicos más ortodoxos y una subcultura con unos ideales contraculturales como eran la comunidad hackers, de la que también formaban parte profesores y científicos.Lo que nos lleva a:
[...] afirmar que la gran característica de Internet es la libertad, la capacidad para expresar libremente los conocimientos y recursos, para compartirlos y mejorar entre todos, la red de redes; podemos decir que por tanto, la arquitectura de Internet es sobre todo una arquitectura abierta. (CASTELLS, M. 2003, 45). Y es que ese es el secreto del rápido crecimiento de Internet, la capacidad interna de su estructura formativa, de su arquitectura, que permite que el objeto se vaya formando constantemente mientras se usa, que permite darnos cuenta de los fallos que tiene e intentar solucionarlos al momento, entre todos, para mejorar el producto final; y para que esto se produzca, deben cumplirse tres condiciones que detalla Castells: “en primer lugar, la arquitectura en red debe ser de carácter abierto, descentralizado, distribuido y multidireccional en su interactividad; en segundo lugar, todos los protocolos de comunicación y sus desarrollos deben ser abiertos, distribuirse libremente y ser susceptibles de modificación [...] y en tercer lugar las instituciones que gestionan la red deben construirse de acuerdo con los principios de transparencia y cooperación que son inherentes a Internet.” (CASTELLS, M. 2003, 49)Y ahí, en la última frase del Sr. Castells está el quid de toda esta cuestión, toda organización que trabaje sobre Internet debe construirse sobre los principios de transparencia y cooperación, que son algo inherente a la red. Y los que mejor adaptados han resultado ser los propios usuarios, ¿todos?, no evidentemente no todos. Castells habla de dos tipos: los productores - usuarios y los consumidores - usuarios. Los primeros tienen una actitud activa y de retro-alimentación frente a la actitud pasiva y unidireccional de los segundos. De hecho, los segundos suponen cada vez menos el perfil habitual de Internet, donde lo que se conoce como Web 2.0 ha sido posible gracias al desarrollo constante de los primeros.
Los productores - usuarios se estructuran a su vez, según Castells en :
"la cultura tecnomeritocrática, la cultura hacker (ver HIMANEN, P. 2001, 155-157), la cultura de la comunidad virtual y la cultura emprendedora. Juntos contribuyen a una ideología de la libertad muy generalizada en el mundo de Internet.” (CASTELLS, M. 2003, 58).Y cual es el valor que une a todos estos grupos:
[...] la libertad. Libertad para crear, libertad para absorber los conocimientos disponibles y libertad para redistribuir dichos conocimientos en la forma y en el canal elegidos.Vemos así la insistencia en el control por parte del Sr. Bautista, es un claro reflejo por desconocer el valor fundamental de Internet: la LIBERTAD. Y la única forma de acabar con nuestra libertad es mediante la coacción y la intervención del Estado. El Sr. Bautista podría así formar parte del elenco de los personajes que pueblan las "Tonterías económicas" del Profesor Braun.
Sobre la posibilidad de que un Internet libre acabe con las nuevas ideas y el talento, el segundo punto que quiero desarrollar, no es más que una consecuencia lógica del primero. El Sr. Bautista, con su visión reguladora de la red, únicamente puede ver creación en espacios restringidos y acotados, lugares específicos donde se dé ese proceso, es decir, discográficas, productoras de cine, departamentos de creación, etc. Cuya actividad creadora sólo pueden desempeñar una serie de personas elegidas para ello.
Sin embargo, si algo nos ha demostrado Internet, es que el talento se encuentra en cualquier parte y no sólo en ciertos lugares o personas. Y nunca una herramienta como la red ha permitido una eclosión tan fuerte de creación, talento e innovación en la historia de la humanidad. Incluso la gestión del talento, la creatividad y la innovación han penetrado en las organizaciones empresariales gracias a Internet. La filosofía que impregna la red ha impregnado al nuevo management derrocando las antiguas estructuras jerárquicas de corte vertical y piramidales por otras en forma de RED, para aprovechar las potencialidades de todos las partes que la forman.
Por lo tanto, por mucho que le duela al Sr. Bautista, a Internet no se le puede regular de cualquier forma, porque de lo contrario acabaríamos con un aspecto o efe fundamental de la red; ni tampoco el hacerlo va a potenciar la creatividad, porque precisamente lo que nos ha demostrado un Internet libre, es que no existe mejor forma para desarrollar nuevas ideas y potenciar la creación que la filosofía de la libertad que fundamenta Internet.